La concejal mandato cumplido y referente del radicalismo local, Andrea Lluch, fue una de las personas que se encontraba escuchando el discurso del intendente municipal cuando Alessi se levanta de su banca y se va, en un cruce de palabras que termina con el grito de “Pedazo de hipócrita” del intendente hacia la concejal. En ese momento, un cronista de NOTICIAS le consultó su opinión sobre el trato a la oposición en el discurso. “No es nuevo, es una marca registrada”, sostuvo Lluch. ¿Que podés decir del incidente del Intendente con la concejal Gimena Alessi? La pasión, la viscerabilidad, el carácter no es exclusivo del Sr intendente. Muchos concejales a lo largo de los años han tenido la intensión de levantarse e irse y llego el día que una lo hizo, supongo que no estuvo dispuesta a avalar con su presencia el ninguneo al trabajo del bloque de concejales, pero es una apreciación personal ¿Esperaban que se refiriera a la oposición como lo hizo? No es nuevo, es una marca registrada. Todos los años hay una inutilidad nueva que achacarnos, más allá de las opiniones vertidas es preocupante el modo con que se intenta descalificar e invisibilizar a quienes piensan diferente. ¿Por qué no estuvieron presentes todos los concejales del bloque? Cada concejal tiene su manera de expresar con su actitud su rechazo a la constante falta de respeto en que ha convertido el Intendente su discurso de apertura de ordinarias ¿Qué impresión te dejó el discurso del intendente? Hay actos institucionales que por respeto al pueblo que se representa de ninguna manera pueden convertirse en un mitin partidario. Las aperturas de sesiones no son para hacer propaganda o campaña, son para dar cuentas del estado del municipio y de lo que se pretende o se proyecta para el año que va a iniciar. Más que impresión, un sabor amargo, porque estas situaciones son las que convierten a la política en un Cambalache, que nos aleja cada vez más de la gente, y colaboran a gestar esta crisis de representatividad que los dirigentes parecemos no querer ver. Escuche muchas veces hablar de derechos, se satisfacción, de educación de inclusión. Lo maravilloso de que los niños puedan disfrutar de una calesita, pero no hubo mención a la angustia que manifiestan los padres de los chicos de la escuela agropecuaria que se les hace difícil pagar el transporte, los someten a una encuesta socioeconómica, cuando hay una ley que los contempla y no la cumplen la ley de escuelas técnicas. Varios de esos chicos tienen en la escuela agropecuaria su única posibilidad de tecnicatura, su futuro. Calesita sí, pero ¿educación no?