No era una repetición a lo ocurrido dos años atrás. San Martín lograba su quinto título en la Liga Pehuajense de Fútbol. Su último logro en su historia y lo obtenía de forma invicta. Vencía nuevamente en una final a Deportivo Argentino y gritaba fuerte pentacampeón. Salvo en su primer logro allá por 1981, en los restantes, el “azul” fue subcampeón. EL RECORRIDO AL TÍTULO En el torneo Clasificatorio compartió zona con Defensores del Este, KDT, Juventud Unida, Fútbol Club, Atlético Casares y Unión. No tuvo inconvenientes de sacar pasaje al Petit Torneo. Mostró todo su potencial y se puso otra vez el saco de candidato. Ganó nueve partidos y empató los tres restantes. Una defensa sólida y un ataque temible para cada equipo rival. En el Petit, se vería la cara contra quien sería su mayor escollo en el torneo, Deportivo Argentino. Igualó en el debut ante el ¨Azul”. Un gol de Marcos Núñez sobre el cierre del partido salvo el invicto. Luego derrotó a KDT y Maderense como local para cerrar la primera rueda. Ya se alistaba para una nueva semifinal. Sacó cinco de nueve unidades en la segunda ronda y se metió entre los cuatro mejores equipos del torneo. El rival era Atlético Casares. Lo sacó más fácil de lo que todos suponíamos. Fue un 8 a 0 global. Lo pulverizo. La ida fue por 3 a 0 con dos goles en contra. La vuelta fue un trámite. Un doblete de Ferracci, Jorge Rodríguez, Marcelino y Gustavo Calzacorta le dieron el pasaje a una nueva definición. DOS ARBITROS DE AFA DIRIGIAN LA FINAL Le dio más jerarquía al espectáculo. La gente los recibió con aplausos. Los jugadores y el público los respetaron y acataron sus decisiones sin protestar. Oscar Sequeira árbitro internacional por aquel entonces fue quien dirigió los primero noventa minutos. La semana antes a ese encuentro venia de dirigir Boca ante Independiente y el día antes Vélez contra Olimpo. “Dirigí en un clima extraño, sin insultos”. Dijo Sequeira a nuestra cronista. La vuelta fue dirigida por el olavarriense Juan Pablo Pompei quien veinticuatro horas antes había impartido justicia en el clásico entre Banfield y Lanús. EL SANTO GRITABA PENTA Se volvían a ver las caras dos viejos conocidos. San Martín ante Deportivo. “Rojos” ante azules, como usted prefiera llamarlo. Uno en búsqueda de un nuevo título en tres años y el otro cortar siete sin coronas. Los primeros noventa minutos tuvo como escenario el Alberto Irigoyen. Ambos apostaron al cero y el trámite del encuentro fue malo. Solo quedó un cabezazo de Bernard que Torres con una tapada impresionante ahogo el grito de gol. Una tarde que tuvo como protagonista al viento. El cual influyó encendiendo el temido alerta del error fatal y nadie arriesgó por miedo a la equivocación. SEGUIR LEYENDO EN EDICIÓN IMPRESA