jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1536

Sociedad | 13 feb 2020

El parque San Martín y su histórico enrejado


La memoria colectiva cuenta que el terreno fue adquirido por el Municipio allá por 1912 construyéndose un parque de características románticas. Allí florecieron muchas historias de amor y algunos desencuentros. Un lugar hermoso e impactante por su particular belleza que, curiosamente y por aquellos años ‘40, no era un lugar abierto pese a ser público, puesto que estaba rodeado por una reja perimetral y solo permitía el acceso en determinados horarios. Durante los fines de semana o días feriados, era visitado por una gran cantidad de personas que, incluso, ingresaba en automóviles o carruajes abiertos tipo birlochos, de allí la razón de lo ancho de las calles interiores. Era común ver parejas de novios posando para fotografías en el patio andaluz o en la pérgola que, llena de rosas rococó, embellecía aún más el sector que da a la hoy denominada Avenida Presidente Perón, antes llamada Rivera Indarte. La distribución y disposición de los floridos canteros, y las artísticas esculturas que los engalanaban, como “El sembrador” y la “Venus de Milo” invitaban al paseo. En esa época, los pibes ingresaban al predio por la calle Goyena, evitando la presencia del guardián de entonces, de apellido Alvareda, de cuya mirada pretendían evadirse para cazar palomas, comer las ricas moras y lograr hamacarse bien alto en la variedad de columpios existentes por aquellos días. Alguna vez hubo allí un pequeño zoológico con varias especies de animales. También hubo un puente que cruzaba el lago desde la desembocadura de la calle Zanni hasta el corazón del predio. Pero con el paso del tiempo fueron desapareciendo. Otros sectores sufrieron cambios propios de la evolución lugareña, tal el caso de la extensión peninsular donde se levanta el Anfiteatro General Manuel Belgrano. No es una isla porque, aunque rodeada por las aguas por todas partes, hay una parte donde el lago interrumpe su curso y es la parte en la que se une con el resto de la superficie terrenal del predio. El escenario cambio de ubicación. Los bancos de troncos y sillas plegadizas de madera dieron lugar a las tribunas de cemento, alcanzándose una capacidad para 3000 personas, pero siempre, desde allí y con un fervor único, Pehuajó le cantó al país. Aquellas rejas fueron retiradas durante la gestión del intendente Farías. Luego hubo un alambrado de siete hilos que se quitó en los años ’70, quedando el predio con libre acceso como lo vemos hoy. Ese parque, sinónimo de belleza y esparcimiento, también, según cuentan, fue el trágico escenario en el que algún suicida encontró la soledad necesaria para despedirse del mundo en silencio. Pero eso también es parte de la vida. Hoy, con más de cien años de existencia, el Parque San Martín sigue siendo punto referencial para rendir homenaje al Padre de la Patria, cuyo busto, sobre un hermoso pedestal, se destaca a la vista sobre el sector de calle González del Solar y donde cada 17 de agosto, a las 14:50 horas, parte de la comunidad educativa local, autoridades y público en general, honran la memoria de quien nos dio la libertad.
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