Luego de tres subcampeonatos de forma consecutiva. San Martín podía cortar ese maleficio y gritaba campeón, en el primer domingo de noviembre de 2002. Venció a Deportivo Argentino en la final y lograba así su cuarta estrella en su historia. Hasta ese momento, el conjunto del “Parque” solo pudo coronarse en tres ocasiones. La primera de ellas en 1981. Un torneo que se disputó a una sola rueda y derrotó a Unión de Curarú. Luego estuvo doce años de sequía. Hasta que en 1993, de forma agónica se quedaba con el campeonato y un año más tarde lo hizo de forma invicta. Pero las rachas están para cortarse y así lo hizo. Ese equipo que estuvo al mando de Pedro Jordan y una dirigencia comandada por Jorge Maggi a la cabeza. En 1999, 2000 y 2001 se había quedado en la puerta. En esa temporada con el Mundial Corea-Japón, la Liga Pehuajense de Fútbol presentaba 17 equipos y a San Martín nuevamente como candidato a la corona. CAMBIO DE FORMATO La Liga Pehuajense de Fútbol debutaba el formato que se juega hasta la actualidad. Clasificatorio, Petit, semifinal y final. El torneo se llamaría Ricardo “Bocha” Alonso.   PASO LA RONDA CLASIFICATORIA SIN PROBLEMAS San Martín fue parte de la zona B junto a Defensores, Calaveras, KDT, Independiente MC, Salazar FC, Bull Dog y Fútbol Club.   No tuvo inconveniente de lograr la clasificación al Petit Torneo. Logró nueve victorias, empató en cuatro ocasiones y solo cayó como visitante ante Independiente de Mones Cazón.   FUE PRIMERO EN SU ZONA DE PETIT Compartió grupo junto a Estudiantes Unidos, Bull Dog e Independiente de Bolívar. Ganó en su debut ante el “Indio”, igualó ante el “Perro” y cayó ante el albinegro. Ese cachetazo lo hizo reaccionar, ganar dos encuentros en fila y clasificar una fecha ante a semifinales. En la última jornada, se jugaba ante Estudiantes Unidos, quien se quedaría con el primer puesto. Fue igualdad 2 a 2. Por diferencia de gol, San Martín quedó en lo más alto.   DESPUES DE CINCO AÑOS EL TITULO SE QUEDARIA EN PEHUAJÓ. San Martín, Estudiantes Unidos y Deportivo Argentino habían logrado la clasificación una fecha antes. En la última jornada, jugada el 6 de octubre, Defensores venció al “azul” y se quedó con el pasaje a semifinales. El azulgrana seria el rival del “Santo”. Mientras que el clásico de la ciudad sería el otro duelo de semifinales. El dato era que luego de media década, un equipo de la ciudad cabecera iba a gritar campeón. El último en lograrlo había sido Deportivo en 1997.   EL PLUTO LE DIO LA LLAVE A LA FINAL Un histórico le daba el pasaje a una nueva definición. En una serie que tuvo de todo ante Defensores del Este. Los primeros noventa minutos, comenzaron con una temperatura que pasaba los treinta grados. Luego llegó una fuerte tormenta, el frio y la violencia que tuvo al encuentro parado al menos quince minutos. En el complemento paso una situación extraña. Falta de Defelice ante Jorge Rodríguez. Miura cobró penal. Llegaron las desairadas protestas y en una actitud pocas veces vistas en una cancha, el árbitro volvió todo para atrás. Tiro libre y acá no pasó nada. Más allá si fue adentro o afuera. Lo que sorprendió fue la actitud del colegiado esa tarde. La vuelta se fue en cancha de Calaveras. Mucho frio y mucha lluvia. Cuando ya todos pensaban en los penales. La única emoción de la llave fue a cinco minutos del cierre. Carlos Ferreyra metió un tiro libre en el área que Torres alcanzo a desviar en el primer plano. El esférico rebotó en uno de los palos del arco defendido por Hugo Tolosa. Gastón Rodríguez recibió el rebote, mandó el centro que el mismo “Pluto” conectó para que la pelota se metiera en el segundo palo. Un gol que hizo estallar a su gente y que valió un lugar en la final. El rival seria Deportivo Argentino. CONTINUAR LEYENDO EN LA EDICIÓN IMPRESA – DIARIO NOTICIAS – LUNES 22 DE JUNIO DE 2020.