Sufrió, lo buscó y nunca bajó los brazos. Después de tres subcampeonatos en los últimos cuatro años y nueve sin títulos. Deportivo Argentino lograba su quinta estrella en su historia. Aquel 8 de octubre de 2006, la entidad azul espantaba a los fantasmas y escribía una página dorada al derrotar en la final a Juventud Unida. Conseguía por primera vez salir campeón en el José Esteban Garré. Se sumaba a 1966, 1972, 1984 y 1997. UN NUEVO ENTRENADOR, LA BAJA Y LA LLEGADA DE VARIOS JUGADORES A fin del 2005, Abel Peredo, se hacía cargo del primer equipo. La plantilla dejó muy pocos jugadores de los que habían arribado a las instancias finales de años anteriores. Solamente algunos juveniles y referentes como Julián Huguenín, Damián Martínez, Mauricio Moyano y la vuelta de Héctor Bernard. Algunos otros decidieron cambiar de “aire” y otros seguir distintos caminos. Lo cierto es que esto trajo aparejado una llegada importante de jugadores foráneos, principalmente de Olavarría, seducidos por el trabajo en temporadas anteriores de Salguero y Mayoz, y con el aval de un ex jugador como Nolberto Crivaro. EL CAMINO AL TITULO Deportivo Argentino compartió la zona del torneo Clasificatorio junto a Estudiantes Unidos, Defensores del Este, Independiente de Bolívar, Empleados de Comercio, Bull Doy y Unión de Curarú. A este último lo goleó por 9 a 1 en el Garré. Un resultado de los más abultados en esta época. Logró ocho victoria, tres empates y misma cantidad de derrotas para acceder a la segunda fase del certamen. En el Petit Torneo, le ganó los dos partidos al campeón, Calaveras. Empató ambos encuentros ante Fútbol Club. Sacó un punto de seis ante Estudiantes Unidos. Terminó segundo y se vería la cara en semifinales ante Defensores del Este. Muchos decían que era la final anticipada. Fueron 270 minutos donde no se sacaron ventaja. Los tres encuentros terminaron en empate. En la ida, en el José Esteban Garré, lo ganaba el local y lo empató el “azulgrana” que se fue con la ilusión de definirlo en el Irigoyen. Pero no fue así. A los dos minutos de juego, los dirigidos por Peredo, se quedaban con diez jugadores por la expulsión increíble de Moyano. Aguantó el cero y llevó todo a un tercer y definitorio encuentro en cancha de Calaveras. Con tres hombres de más, Deportivo no podía y todo se definió por la vía de los penales. Donde Néstor Ramírez se convirtió en el héroe de la tarde al atajar tres de ellos. Los azules se metían en la final y dejaban otra vez en semifinales a Defensores. El rival en la final sería el sorprendente Juventud Unida de Henderson. SE CORTÓ LA RACHA La historia de la final empezó a escribirse la primera tarde del mes de octubre en Henderson. La lluvia amenazaba y muchos hinchas llegaron sobre la hora del partido. Largas filas de automóviles y gente a pie fueron vistiendo el “Demetrio Hernández”. Cerca del inicio del cotejo, el viento cesó, dejó de soplar con fuerzas, ya había logrado “llevarse” todas las nubes y la amenaza de lluvia le dejaba al sol el espectáculo del domingo. Cada parcialidad se ubicó en su sector y desplegaron sus “trapos”. Canticos de ida y vuelta. Los locales se acordaban de sus primos que lo habían dejado en semifinales. Claudio Martin dio el comienzo de partido, pasando las 15:30. Deportivo presionaba y Juventud respondía con la velocidad de Locastro. Pero de a poco, el partido comenzó a tener su dueño. Salguero remataba y su zurdazo daba en el palo. Era un aviso. Apareció Castillo y su derechazo se cambió por gol. Ibarra se iba expulsado y quedaba con uno meno el equipo de Lamanna. Peor iba hacer, cuando luego de una buena jugada colectiva, Federico Peredo definió y puso el 2 a 0. Faltaba mucho pero parecía todo definido. Tanto que el complemento, a los cinco minutos Mayoz aumentó la diferencia y diez más tarde Leonel Martínez puso el resultado final. En el medio de los dos goles, había sido expulsado Fernando Planes por la escandalosa falta a Cristian Castillo. La historia se repetía, pero al revés de lo ocurrido en 2005. Había un 4 a 0 en la ida, esta vez se tomaba revancha Deportivo. SEGUÍ LEYENDO “CAMPEONES DEL MILENIO” EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA