AGROPECUARIAS
Hubo una producción mayor en el mes de junio, al del año pasado
Como es habitual Caprolecoba (Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste), dio a conocer un informe sobre la situación del sector lechero en el último mes. Entre los datos marcados se indicó una mayor producción, pero que también los precios se siguen retrasando.
CONDICIONES
AGROCLIMÁTICAS
En la cuenca oeste de Buenos Aires entramos al invierno con el perfil de los suelos bien cargados de humedad abajo, y entre ajustados y escasos en la capa superficial de los mismos. En general han sido muy escasas las lluvias de junio y tanto los informes climáticos, como los productores, coinciden en que 15-20 mm le harían muy bien a la cuenca, lo cual no está descartado que suceda en julio. Hacia junio-julio-agosto, el SMN mantiene para nuestra región un pronóstico extendido de lluvias inferiores a las normales, y temperaturas normales a superiores a las normales para la época. Que en criollo es: un invierno benigno.
PRODUCCIÓN Y
PERSPECTIVAS
La producción nacional de leche marca al mes de mayo claros incrementos respecto del año previo. Ese mes entregó +11% de leche y un acumulado enero-mayo +9%. Para adelante se espera que su curva continúe por encima de la de 2019, aunque achicando las diferencias.
En la cuenca oeste los recibos importantes están ingresando en junio alrededor de 10% más de leche que en 2019. El porcentaje de sólidos útiles es similar al del año pasado y como es habitual, exhibe muy buenos valores.
JUNIO
El precio se sigue atrasando frente al dólar y la inflación, los números del tambo se aprietan y preocupa qué pasará en el segundo semestre cuando haya que decidir la inversión que se pueda o no hacer para el 2021. Es bueno que las industrias confirmaran que van a mantener el precio en junio, e incluso “todo el tiempo que se pueda”, en algunos casos. El consumo interno se mantiene con esfuerzo, pero puede caer, y es el mercado externo el que quizá pueda ayudar, si se confirman los últimos precios/tendencias de futuros que se publicaron.
EL CONTEXTO
INSTITUCIONAL
Y DE CADENA
Dentro de la complicada situación que vivimos en el país y en el sector, tenemos en junio tres cuestiones positivas para el mismo, que nos parece bueno destacar y registrar: En lo institucional: Se ha designado a Arturo J. Videla como nuevo Director Nacional de Lechería. Una persona que ya ejerció el cargo antes, que conoce el sector, y con el que esperamos poder empezar pronto un diálogo serio, responsable y fructífero, como el que la cadena necesita tener con el gobierno. Y el Lic. Javier Rodríguez, Ministro de Desarrollo Agrario de Buenos Aires, ha convocado a la Mesa Provincial de Política Lechera, abriendo las reuniones de este espacio, en su 20° aniversario de funcionamiento ininterrumpido.
A NIVEL DE
LA CADENA
Un consumo debilitado por la pandemia y la dificultad para prever su comportamiento en el segundo semestre, han movilizado un diálogo más maduro entre producción e industria, para ver si es posible o no hacer algo coordinadamente. Es difícil que esta vez podamos hacerlo, pero ya hemos ganado intentándolo, hablando claro y comprendiendo la necesidad de articular mejor las necesidades de las empresas y del conjunto.

AGROPECUARIAS
Productores acusan a Kicillof de “dilación” de ayudas por la sequía

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) emitió hoy una carta abierta dirigida al gobernador Axel Kicillof y acusó al Ejecutivo bonaerense de “dilación” en el uso de herramientas para atenuar las consecuencias por la sequía que atraviesa el sector.
En la misiva, Carbap señaló que busca “hacerle llegar” al Gobernador “nuestra profunda preocupación por la renuente atención al productor agropecuario bonaerense en el contexto de una profunda sequía, y la consecuente dilación en el uso de las herramientas de ley del Gobierno provincial para atenuar semejante situación”.
“Ha sido permanente la dilación y la falta de consideración en el tratamiento de las declaraciones de emergencia y desastre, y sus beneficios por parte del Gobierno de Buenos Aires que usted encabeza”, le señaló la Confederación a Kicillof.
Y agregó: “Los productores venimos reclamando, en el contexto de una profunda y angustiante sequía, la agilización de los trámites para recibir los beneficios provinciales y nacionales que la ley contempla, y que sin éxito han sido permanentemente extendidos en el tiempo”.
Los productores señalaron que el sector tuvo que realizar muchas acciones para ser escuchado por la Provincia y “después de seis meses seguimos con miles de productores sin poder acceder a los beneficios nacionales de la emergencia por sequía que contempla la ley, a pesar de las promesas del señor Gobernador y el Ministro de Desarrollo Agrario (Javier Rodríguez) con nuestros técnicos de que eso sucedería”.
Además, Carbap indicó que “las declaraciones de emergencia por el lapso de 90 días, y no por ciclo productivo de emergencia hace que cada 90 días haya que rehacer las planillas, en donde a muchos productores no le llegan los certificados en tiempo y forma”. “La engorrosa burocracia producto del desconocimiento de la situación impide que el beneficio contemplado por la ley llegue como corresponde”, sostiene la carta.
En la misma línea, la misiva señala que “desde ARBA siguen llegando para las parcelas en emergencia/desastre los vencimientos para mayo, junio y setiembre” del Impuesto Inmobiliario Rural básico, “cuando la ley dice que se difieren dentro de los 180 días de vencida la emergencia” y “deberían llegar a partir de noviembre”.
“La información que debía impactar en AFIP para poder acogerse a los beneficios nacionales no ha llegado aún para la totalidad de los casos”, indica también la carta. Y agrega: “Resta recibir información acerca de muchos productores que no han podido recibir los beneficios nacionales”.
En este marco, la Carbap reclamó “la pronta celeridad en el tratamiento de las declaraciones de emergencia, la rápida confección de los certificados correspondientes y la urgente remisión a los organismos nacionales pertinentes para que los productores bonaerenses puedan recibir los ingentes beneficios que por ley les corresponden”.
La Confederación nuclea a 114 asociaciones rurales de Buenos Aires y La Pampa y a más de 32000 productores agropecuarios. (DIB)
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La campaña fina preocupa por su situación

El presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins, aseguró hoy que la campaña fina de siembra de trigo y cebada comenzará “con muchas más incertidumbres que certezas”, al tiempo que reclamó de la dirigencia política en general “un entendimiento” de la actividad agrícola.
Martins formuló declaraciones en la apertura del seminario sobre perspectivas agropecuarias “Agrotendencias 2023”, organizado por la Federación de Acopiadores de Granos en la sede de la Bolsa, donde, además, pidió que “no cajoneen” la propuesta presentada por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) en 2020.
“Hay una cadena agroindustrial dispuesta a seguir arriesgando capital de trabajo propio y de terceros, en un entorno donde en términos económicos esta cadena de valor sufrió un impacto negativo peor que la pandemia“, aseveró.
Asimismo, objetó que durante la pandemia “vastos sectores perjudicados recibieron políticas y/o medidas de apoyo”, algo que, aseguró, “no se replicó” con el sector agrícola, “ni para paliar los quebrantos ni para financiar ‘la revancha’”, en referencia a la recuperación posterior al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
“Necesitamos de la política, un entendimiento de nuestra actividad”, remarcó, para explicar que no estaba reclamando “nada de subsidios ni prebendas, sólo un escenario de reglas claras, sostenibles que den previsibilidad para invertir, generar divisas y empleo de manera federal”.
Al respecto, en su doble condición de presidente de la Bolsa de Cereales y del CAA, recordó que esta última entidad presentó en 2020 “un plan de política industrial para los próximos 10 años, con varios ejes no sólo del sector, buscando contribuir a una macroeconomía razonable y con foco en la generación de empleo, único camino para reducir los actuales índices de pobreza”.
AGROPECUARIAS
Terminó la cosecha de girasol: los números que dejó

La cosecha de girasol alcanzó las 3,9 millones de toneladas a nivel nacional, con un crecimiento de 15% respecto de la campaña 2021/22, y así la oleaginosa se convirtió en el único cultivo extensivo que registró un incremento en el volumen obtenido, a diferencia del resto -como la soja y el maíz- que sufrieron fuertes recortes por la sequía.
“Luego de un progreso intersemanal de cosecha de 1,5 puntos porcentuales que permitió la recolección de los lotes remanentes del sur del área agrícola nacional se da por concluida la cosecha de girasol”, indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).
De esta manera, la cosecha de la oleaginosa fue la más grande desde la campaña 2007/08, cuando se obtuvieron 4,5 millones de toneladas y la segunda más importante en 23 años, según registros de la entidad.
Luego de cosechar más de 1,9 millones de hectáreas durante la presente campaña, lo que implicó una expansión del área de 200 mil hectáreas, el rendimiento promedio nacional alcanzó los 19,9 quintales por hectárea (qq/ha).
“Pese al régimen de lluvias de año ´’La Niña’, en las zonas del sur y oeste del área agrícola se alcanzaron rindes significativamente superiores a los del ciclo previo y en algunas zonas superiores al de las ultimas cinco campañas”, destacó la entidad bursátil.
De esta manera, el girasol se convirtió en el único de los cultivos más importantes que se siembran a nivel nacional que no sufrió recortes durante la campaña, a pesar de la sequía y demás inclemencias climáticas como heladas tempranas y tardías y olas de calor.
Esto tiene que ver con las condiciones propias de la oleaginosa de tener una mayor resistencia al estrés hídrico y térmico, producto de poseer raíces más grandes que le permite buscar agua a mayores profundidades, como así también resistir olas de calor moderando su consumo de humedad.
Así, la cosecha se dio de acuerdo a las expectativas iniciales y pudo sortear de una mejor manera el impacto climático que redujo, hasta el momento, en casi 50% la estimación de producción de soja y de más de 30% en el caso del maíz.
Los trabajos de recolección culminaron con el avance de las cosechadoras sobre los cuadros remanentes del sudoeste de Buenos Aires, sur de La Pampa y sudeste de Buenos Aires, dos semanas más tarde de lo previsto debido a la gran superficie de planteos de segunda.
“Si bien aún se registran algunas hectáreas en pie, cuadros aislados correspondientes a planteos tardíos y de segunda en sectores de Tres Arroyos, Lobería y Huanguelén, el resultado de la recolección de esta superficie no tendrá impacto sobre las estimaciones”, aclaró la entidad.
En el sudeste de Buenos Aires se registró un rendimiento promedio de 21,9 qq/ha, lo que representa una disminución de 4,3% en comparación con el promedio del último quinquenio, que se ubica 22,9 qq/ha, aunque también significó aunque un aumento de 14,3 % con respecto a la última campaña.