Fue una de las figuras más influyentes en la historia del fútbol argentino y su proyección hacia la arena internacional. Pehuajó lo conoció cuando ya estaba próximo a retirarse como jugador profesional, pero aun asombraba por la inteligencia para entender el juego y su concepción estratégica. Un grande surgido del interior agrícola de nuestra provincia.
ZUBELDÍA
Osvaldo Juan Zubeldía, dado que de él se trata, nació en Junín, el 24 de junio de 1927, siendo hijo de don Ignacio y de doña Ursulina Chidichino, quienes además tuvieron otros dos hijos: Lidia y Daniel.
El “Flaco” Zubeldía, como llamaban a Osvaldo en el barrio de Villa Ortega, mostró notables condiciones para la práctica del fútbol que plasmó en el Club Buenos Aires al Pacífico de su ciudad, lo que le valió que lo llevaran a Vélez Sarsfield en plena juventud.
EL DEBUT
Promovido a la primera división de Vélez Sarsfield, integró el equipo en la fecha inicial del campeonato oficial de AFA de 1949. Fue el 24 de abril de ese año y Vélez visitó a Atlanta. Ganó la visita por 1 a 0 y esa tarde presentó un equipo integrado por: Rugilo, Curutchet y Gutiérrez; Ferreyro, Ruiz y Ovide; Mallegni, Bottini, Espinoza, Zubeldía y Barbeito.
DIA GLORIOSO
Vélez tuvo una actuación discreta en el torneo, culminado en la séptima posición luego de haber obtenido 15 victorias, 5 empates y 14 derrotas. Sin embargo, Zubeldía tuvo una tarde de gloria. Fue el 25 de septiembre cuando Vélez recibió en Liniers a River Plate, uno de los grandes candidatos, y lo venció por 5 a 3 con tres goles de Zubeldía que se dio el gusto de derrotar al extraordinario Amadeo Carrizo quien tenía la valla menos vencida del certamen.
SUBCAMPEÓN
Zubeldía, también apodado “Huevo”, continuó vinculado a Vélez Sarsfield hasta 1955 completando un total de 176 partidos oficiales en los que convirtió 38 goles. En ese período fue parte del subcampeonato obtenido en 1953, escoltando a River. Un certamen donde Vélez mostró un equipo homogéneo y aguerrido, pero indisciplinado, dado que sus hombres solían excederse en los reclamos a los árbitros, cuestionando las decisiones como un recurso casi permanente, según consignan crónicas de la época.
BOCA JUNIORS
Para 1956 fue transferido a Boca Juniors, entidad que conformó un buen equipo con la incorporación de varios valores importantes como: Antonio Valentín Angelillo, que poco había podido jugar en Racing; Zubeldía de Vélez, Luis Cardoso, que había surgido en Independiente, pero venía de actuar en el Palmeiras y un paso por Tigre; más la promoción de juveniles de la cantera boquense como Juan José “Yaya” Rodríguez y Antonio Rattín.
Sin embargo, no le alcanzó la buena campaña y terminó tercero, detrás de River y Lanús.
ÚLTIMA ETAPA
En 1958 dejó la institución xeneize luego de haber disputado 38 partidos oficiales en los que marcó 10 goles, pasando a Atlanta, donde también estuvo dos temporadas, jugando 59 partidos y convirtiendo 9 goles. Para entonces ya había madurado la idea de dedicarse a la dirección técnica, pero decidió jugar un último año en el fútbol del ascenso y se sumó al proyecto de Banfield, equipo que estaba en Primera B y que en los años 1958 y 1959 no había cumplido buenas campañas, pero que, para 1960, había logrado conformar un muy buen equipo que, en el transcurso de ese año, visitaría Pehuajó.
EN PEHUAJÓ
Como fue costumbre durante años, todos los 17 de agosto, aprovechando el feriado nacional, Boca Junior de nuestra ciudad, organizaba un espectáculo futbolístico de alto relieve en adhesión al aniversario de su fundación, y se programaba un encuentro en su estadio con la presencia del seleccionado pehuajense que, cada año, enfrentaba a un calificado adversario, por lo general, procedente de la Capital Federal.
En 1960 le tocó visitarnos a Banfield, equipo que atravesaba un muy buen presente y que llegó con todos sus titulares para enfrentar al combinado local.
Fontán, Calics y Galván, Manilo, Vázquez y Anglese; De Zorzi, Osvaldo Zubeldía, Suárez, León y Lezcano fue la formación albiverde, quedando en el banco otros integrantes del plantel superior como: Sosa, Giordano, López y Desiuk, que luego ingresarían a jugar.
El seleccionado local alistó a: Pintos, Drago y Borjas; Plaza, Von Pollakoff y Armando Bajo; Piñeyro, Manuel Sánchez, Rubén Pérez, Zabala y Domínguez.
MUCHOS GOLES
El encuentro mostró a la visita dispuesta a exponer sus pergaminos y a los 2 minutos de juego, cuando algunos jugadores todavía no habían tocado el balón, León, con violento disparo de media distancia, abrió la cuenta para Banfield.
El dominio visitante se hizo evidente, aunque no era avasallante todavía, debido a que el despliegue físico de los locales equilibraba la balanza, pero llegando a la media hora de juego, cuando Calics le salió al cruce a Manuel Sánchez y éste lo encaró con todo provocando el choque, el árbitro local Estévez marcó penal para el elenco albiceleste que el propio Sánchez transformó en el gol del empate.
La visita acusó el golpe, pero inmediatamente volvió a sacar ventaja con un cabezazo de De Zorzi para marcar el 2 a 1 con que terminó el primer tiempo.
En la segunda etapa el local salió mejor parado y Rubén “Peca” Pérez, marcó un nuevo empate al aprovechar un rebote en el área rival, pero la alegría no duró mucho.
Lesionado Drago y no contando el seleccionado con suplentes (algo inexplicable), el importante defensor que por entonces estaba en Estudiantes Unidos, siguió en el campo de juego, pero parado como delantero, casi sin chances de intervenir, lo que resintió demasiado la defensa local. El cansancio hizo el resto y Banfield aprovechó esas ventajas marcando 4 goles en 20 minutos. Desiuk, Giordano, León y Vázquez fueron los autores.
Ganó la visita por 6 a 2, demostrando la calidad no solo del veterano Osvaldo Zubeldía, sino de otros valores próximos a consagrarse.
EL RETIRO
Banfield no consiguió el ascenso dado que finalizó en el tercer puesto final en la tabla de posiciones del torneo de Primera B de ese año, y Zubeldía decidió retirarse de la práctica activa como futbolista profesional. Dejó la imagen de un jugador práctico e inteligente, poco vistoso pero muy efectivo, con gran capacidad para generar las maniobras ofensivas de su equipo y muy buenas condiciones para definir en el arco rival. Bueno también en el juego aéreo, fue un futbolista que mostró la tendencia a sacar ventaja de cuanto fuera posible, algo que aplicaría muy bien como entrenador.
DE SELECCIÓN
Como entrenador dirigió a Atlanta, y estuvo a cargo del plantel del seleccionado nacional que buscaba ir al Mundial de Inglaterra en 1966, pero por diferencias con la conducción de AFA, dejó el cargo en manos de Juan Carlos Lorenzo.
ESTUDIANTES GLORIOSO
El tiempo de mayor éxito de Zubeldía llegó en Estudiantes de La Plata, donde llevó al equipo “Pincharrata” a ganar el campeonato Metropolitano de la máxima división en 1967. Era la primera vez que un equipo, que no pertenecía a las llamadas instituciones grandes del fútbol argentino, ganaba un campeonato.
Inmediatamente, se jugó el Nacional de ese año y Estudiantes fue subcampeón, pero con una curiosidad: fue el único equipo que terminó invicto en el torneo, el cual se jugó por sistema de todos contra todos, e Independiente fue el campeón.
Zubeldía tenía por entonces 40 años de edad, pero lo mejor estaba por venir. Bajo su conducción Estudiantes escribió las páginas más gloriosas de su historia institucional hasta entonces, ganando 3 Copas Libertadores de América, 1 Copa Interamericana y 1 Copa Intercontinental. Todo en un lapso de apenas 3 años (1968-70).
La racha exitosa se cortó en 1971 cuando el albirrojo perdió la final de la Libertadores frente a un extraordinario equipo de Nacional de Montevideo y debió conformarse con el subcampeonato.
SU ESTILO
Luego dirigió Vélez Sarsfield, San Lorenzo de Almagro, equipo con el que ganó en Campeonato Nacional de 1974, y Racing Club, siguiendo su carrera en Colombia, donde dejó también dejó el sello de su estilo. Un estilo basado en una adecuada preparación física, táctica y psicológica del jugador, pero también en un conocimiento acertado del ocasional adversario que le tocaba enfrentar, valorando debidamente los puntos fuertes y débiles de cada rival para poder preparar el partido, procurando sacar ventajas ante la mínima oportunidad. Las jugadas preparadas, el aprovechamiento de la llamada: Ley del offside, y la actuación al límite de lo permitido por el reglamento e incluso más allá, fueron una marca registrada. Y los éxitos lo avalaron. Se lo criticó con dureza y sin piedad, pero revolucionó la manera de jugar fútbol profesional en Argentina y dejó enseñanzas que recogieron sus discípulos, entre los que, Carlos Salvador Bilardo, fue uno de los más reconocidos.
EL ADIÓS
Osvaldo Zubeldía falleció en Medellín, Colombia, el 17 de enero de 1982, a los 54 años. Había nacido el 24 de junio de 1927, día y mes en el que, en distintos años posteriores, nacieron Juan Román Riquelme y Lionel Messi, aunque sean estos dos portentos del fútbol los que generalmente aparecen en las efemérides, a la hora de citar la fecha.
Roberto F. Rodríguez.