viernes 04 de octubre de 2024 - Edición Nº1726

Fúnebres | 9 nov 2023

Murió un campeón

En la tarde de ayer se apagó la vida de Fabián Ovidio Gómez, víctima de una penosa dolencia contra la que venía luchando hacía tiempo.


Fabián, reconocido y muy apreciado vecino, se destacó en ajedrez, como jugador y como dirigente. En su adolescencia participó con éxito en campeonatos juveniles que organizaba la Federación de Ajedrez Regional Pehuajó (F.A.R.P.), inscribiendo su nombre también como asiduo ganador de los tradicionales certámenes semirrápidos que se disputaban semanalmente en la céntrica sede social del Club KDT, atrayendo jugadores de toda la zona, y cuyo máximo esplendor y continuidad los tuvo entre los años 1979-81.

Estudioso del ajedrez, registraba en cuadernos personales hasta las partidas rápidas que disputaba, aun cuando fueran informales pero que, a su juicio, pudieran dejarle enseñanzas válidas para su posterior empleo.

Dueño de un estilo conservador, no asumía riesgos innecesarios y gustaba de posiciones sólidas, exhibiendo recursos defensivos de gran eficacia.

Integró el equipo del Club Calaveras como tablero principal en el Campeonato Regional de 1980 y luego participó y ganó, como integrante del equipo del club KDT, el campeonato mayor interclubes, donde participaron representantes de las instituciones afiliadas a la F.A.R.P.

Su crecimiento fue notorio y pronto llegó su hora más gloriosa. Fue cuando se coronó campeón del Torneo Mayor individual de la F.A.R.P., título que durante años había estado en manos solamente de Gustavo Mahía y Ricardo Arias. Fue en enero de 1984 pero luego de un largo camino que se inició en el invierno del año anterior con un total de 40 aspirantes divididos en 4 zonas de las que clasificaban los 4 primeros para el torneo semifinal. Fabián clasificó para el torneo semifinal entre 16 participantes y obtuvo allí el pasaporte al torneo final, para el que ya estaban clasificados, por antecedentes, Carlos López y Gustavo Mahía, aunque éste desistió de jugar.

Fabián ganó el torneo mayor y encabezó el equipo regional que, en ese mismo año, participó del Campeonato Argentino por Equipos que se disputó en la provincia de Córdoba, cumpliendo una gran actuación como primer tablero, sitio donde tuvo que enfrentar a las mejores figuras de los equipos rivales.

Asumió luego como presidente de la F.A.R.P., y tuvo a su cargo la organización del match desempate que, por el título argentino en categoría Sub 26, protagonizaron en nuestra ciudad, Gustavo Mahía y Pablo Ricardi, quedándose el porteño con la corona.

Sin abandonar su labor dirigencial, continuó participando en torneos, y en 1988 obtuvo dos de los tres torneos oficiales que se realizaron en nuestra ciudad, siendo distinguido por la Dirección de Deportes Municipal, como el ajedrecista del año.

La merma que experimentó la continuidad de la actividad ajedrecística local, años después, atentó contra sus posibilidades como jugador y su situación laboral hizo el resto. No obstante, llegó a destacarse también en los certámenes nacionales entre empleados de la empresa telefónica donde trabajaba.

En la primera década del siglo actual, reapareció para formar parte de una movida ajedrecística iniciada en el Club Atlético Pehuajó, la que tuvo muy corta permanencia y se diluyó rápidamente.

La posibilidad de jugar ajedrez vía internet llenó un vacío de actividad presencial y Fabián, como todo ajedrecista, se sumó a ese modo, siendo fiel a esa disciplina deportiva que lo acompañó siempre.

Hoy, la realidad nos dice que ha muerto un campeón, un ajedrecista que inscribió su nombre en la historia junto a los máximos exponentes de la región. Un jugador sólido, que solía defenderse con éxito en posiciones críticas y que siempre luchó denodadamente cada partida hasta el final. Como en la vida misma.

 

 

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