

Durante la mañana de ayer, en un intento de “nota de color”, la columna musical del programa se enfocó en rememorar las discotecas históricas de la Argentina, un tema que podría haber resultado anecdótico y entretenido de no haber terminado en un burdo ataque personal al intendente de Pehuajó.
Todo comenzó con una referencia a la reconocida discoteca local, Toskos, lugar emblemático para los pehuajenses que marcó a varias generaciones. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, como ya es habitual en ciertos medios hegemónicos, el nombre de Zurro fue rápidamente asociado de manera peyorativa con un conjunto de críticas que rozaron lo absurdo, utilizándose incluso adjetivos como “Turro” y “Curro” en un intento de juego de palabras con el objetivo de denostar su figura pública.
No es la primera vez que el Intendente Zurro se ve blanco de estas embestidas. Pareciera que cualquier excusa es válida para arremeter contra él, incluso con motivos tan insólitos como una charla sobre discotecas. ¿Cuál es el verdadero motivo detrás de esta insistencia en descalificar su gestión en los medios nacionales? ¿Por qué recurrir a términos despectivos que rayan en la difamación? Las preguntas quedan en el aire mientras, una vez más, los pehuajenses son testigos de cómo un sector del periodismo nacional no puede evitar hablar de Pehuajó sin tirar su "palito" al intendente Zurro.