martes 15 de octubre de 2024 - Edición Nº1737

Sociedad | 11 oct 2024

Entrevista exclusiva con Diario NOTICIAS desd

El impactante relato de una pehuajense que vivió el paso del huracán Milton de vacaciones en Florida: “Se esperaba lo peor y la gente se desesperó. Era una película apocalíptica”

Gabriela Rodríguez, una farmacéutica oriunda de Pehuajó, radicada hace años en la Ciudad de Buenos Aires, se encontraba de vacaciones en Orlando, Florida, cuando el huracán Milton irrumpió en la tranquilidad de su viaje. En una Entrevista Exclusiva con Diario NOTICIAS desde Florida, donde continúa sus vacaciones, compartió su experiencia de primera mano, desde la sorpresa inicial hasta la incertidumbre y el temor durante los días que el fenómeno natural golpeó la región.


VIAJE

"Nosotros llegamos el sábado a Orlando y el domingo fue nuestro primer día en el parque. Al llegar, nos informaron que probablemente el miércoles el parque estaría cerrado por un huracán. Nosotros ni sabíamos que había un alerta por huracán", relató Gabriela, aún sorprendida por lo repentino de la noticia. La información cayó de sorpresa, pero en ese momento, la situación parecía estar bajo control. "Bueno, nada, llovía, pero no pasaba nada extraño", añadió, minimizando lo que hasta ese momento parecía una simple molestia meteorológica.

 

ADVERTENCIAS Y RECOMENDACIONES

El lunes, sin embargo, la calma empezó a desvanecerse. "El día estaba feo, aunque no llovía. Estábamos en el parque y de repente nos empezaron a llegar alertas al celular, donde nos advertían reiteradamente las consecuencias que podía generar el huracán. Decían que nos stockeáramos de comida, agua, que tuviéramos efectivo y que cargáramos los dispositivos por si se cortaba la luz. Nos advertían que probablemente íbamos a estar encerrados durante tres días", explicó Gabriela.

 

“PARECÍA UNA PELÍCULA APOCALÍPTICA”

Pese a las advertencias, pudieron disfrutar del parque hasta el final del día. Fue al salir cuando la realidad del huracán los golpeó de lleno: "Cuando salimos del parque, el movimiento de la ciudad era como una película apocalíptica. La gente estaba agolpada en el supermercado llevándose todo. No había changuitos, estaba estallado de gente de todos lados. Cuando llegamos, ya no había agua, no había queso. De casualidad conseguimos pan y algunas viandas, pero se habían llevado todo".

La desesperación no se limitaba a los supermercados. Las estaciones de servicio también estaban colapsadas. "Las estaciones de servicio estaban llenas, todo el mundo quería cargar nafta. Nos fuimos al hotel y nos seguían llegando las alarmas de que íbamos a tener que encerrarnos por tres días", continuó Gabriela, detallando la creciente tensión.

 

MARTES

El martes, la situación se complicó aún más: "Nos levantamos y nos dimos cuenta de que no teníamos nafta en el auto. El tanque estaba muy bajo y recorrimos todas las estaciones de servicio cercanas, pero no había gasolina en ninguna. Eso fue lo más preocupante, porque teníamos miedo de quedarnos varados, sin poder movernos. No teníamos nada de nafta", recordó. Sin embargo, finalmente encontraron una solución: "Nos dijeron que a la tarde iban a recargar, así que medio que nos tranquilizamos. Nos fuimos al parque, aunque seguíamos recibiendo alertas de que el miércoles íbamos a tener que encerrarnos. Nos pedían que tuviéramos cuidado con los animales porque, al ser esta una zona de pantanos, durante los huracanes los animales suelen escapar y meterse en las casas. Era algo que ni siquiera habíamos considerado".

A pesar de la creciente incertidumbre, Gabriela y su compañera de viaje lograron cargar combustible y regresaron al hotel.

 

MIÉRCOLES: EL DÍA CRÍTICO

El miércoles, el día clave del paso del huracán, ya la situación se volvía crítica. "Hicimos el último parque, Epcot. Ya estaba lloviendo fuerte y había bastante viento. El parque estuvo abierto hasta las 2 de la tarde, y luego de eso, nos fuimos a encerrarnos al hotel. A esa hora ya llovía muy, muy fuerte, con mucho viento", detalló Gabriela. En ese momento, el peligro era inminente y no les quedó más que esperar. "Nos encerramos en el hotel, seguíamos el avance del huracán por la tele. Los noticieros eran bastante alarmantes, pronosticaban un destrozo total. Pedían a la gente que no saliera, y a aquellos que estaban en zonas más afectadas que se evacuaran de inmediato", explicó la pehuajense en el relato telefónico que compartió con Diario NOTICIAS desde Florida en la noche de ayer jueves.

 

EVACUADOS

Orlando no estaba en el epicentro de la tormenta, pero la cercanía a Tampa, una de las zonas más afectadas, aumentó la tensión. "Nuestro hotel comenzó a recibir gente de Tampa, que es una ciudad cercana, a una hora en auto. Ahí era donde se preveían los mayores destrozos. Llegaban refugiados con sus mascotas. Eso, en parte, nos tranquilizó un poco, porque si los evacuaban acá, significaba que en Orlando no iba a estar tan heavy", compartió Gabriela.

 

EL OJO DEL HURACÁN

El momento más crítico llegó a la madrugada del jueves. "A eso de las 2 de la mañana, empezó un viento mucho más fuerte, justo cuando el ojo del huracán estaba a menos de 40 kilómetros de nosotros. Todo se movía, había mucho viento. Las palmeras se descascaraban y caían las copas, pero los árboles no se cayeron", describió. El huracán Milton pasó cerca, pero sin causar los estragos pronosticados en Orlando. "A las 5 de la mañana, todo frenó de golpe. El viento cesó y ya no había nada. Hoy (por ayer jueves) incluso hubo sol", señaló con alivio.

Aunque en Orlando la situación no fue tan grave como en otras partes de Florida, Gabriela confirmó que los daños fueron visibles: "Acá en Orlando quedaron rotos muchos carteles de negocios, algunos alambrados caídos, y algunos semáforos que se desprendieron. Pero ya está todo funcionando normal. No pasó a mayores". Sin embargo, la tragedia no pudo evitarse del todo: "Hasta hoy a la mañana, había 10 muertos en otras zonas del estado", lamentó Gabriela.

A pesar de la tensión y los momentos de angustia, Gabriela y su acompañante lograron atravesar la experiencia a salvo. "Fue una experiencia que jamás olvidaré. Estuvimos resguardados, pero la sensación de estar en medio de algo tan grande e impredecible como un huracán es algo que no se olvida", concluyó.

El huracán Milton dejó una marca en Florida y en quienes lo vivieron de cerca, como Gabriela Rodríguez, quien desde la distancia, en tierras extranjeras, mantuvo su conexión con Pehuajó, compartiendo su testimonio exclusivo con Diario NOTICIAS.

 

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