Cultura y Show | 16 nov 2024
MIRADA DE ESPECTADOR
La obra "El escritor maldito”, un viaje de liberación entre deseos reprimidos y la búsqueda de la libertad emocional
En la cobertura de la columna “Mirada de espectador” de María José Martín, esta semana te presentamos en escena a “El Escritor Maldito”
MIRADA DE ESPECTADOR
En el marco del taller de teatro del tercer año dirigido por Martin Palacios, vi la obra titulada: “El escritor maldito”.
Un escritor frustrado que no sabe qué escribir, en esa incertidumbre surgen ideas de cosas que le pasa a mucha gente, donde debe respetar mandatos, formas éticas por el que dirán por ende no pudieron ser libres con sus decisiones, con sus elecciones.
Escribe y mientras tanto aparecen escenas conmovedoras con actores que me hicieron reír, emocionar, pensar sobre lo superfluo, sobre la vida, los amores no correspondidos, los deseos reprimidos.
También es esa locura, del escritor por mantener el éxito de un primer libro que había sido muy vendido, surgen ideas locas, canciones de la infancia, ideas sin consistencia e inconsciente que ponen de manifesto a ese escritor que también vivió el amor como pudo, vivió la vida que otros o el mismo se dijo que tenía que vivir.
Las ideas van y vienen en su cabeza como si estuviera poseído, ¡como si fuera un escritor maldito! que se anima a expresar en sus escritos todo aquello que oculta, que se guardó, que no puede decirlo o ponerlo en palabras dichas.
Y ahí en un cerrar y abrir de ojos una bruja hace gualichos haciendo magia, convirtiendo un príncipe principesco y a Pinocho en una verdadera transmutación de su ser para manifestar todos los deseos guardados en lo más profundo de su persona.
Él escribe y cuando lo hace aparecen en escena una familia conformada por una madre manipuladora, un hijo que debe hacer lo que la madre le dice y una urna con las cenizas del difunto esposo y padre, en el escenario se vio reflejado la dramática situación de un joven que no puede ser libre, expresando sus deseos de amar a un hombre y dejar a su madre. Tiene que cumplir las ideas de su madre por respeto o amenaza, estos actores vivenciaron tan espontáneamente sus personajes que me estremeció verlos en escena.
En otro pasaje de su escritura aparecen dos gallinas hablando en un diálogo de gallinero,! Hasta cacareaban! y pudieron entrar en la cabeza del escritor sobornándolo para cambiar el final.
Para que el gallinero estuviera tranquilo ¿qué diría la gente si la gallina cacarea a otra gallina! o si una de ellas quiere ser un gallo?. Tan fuerte fue la discusión con pasajes de mucha risa y otros de asombro, el dialecto era propio de dos gallinas cocoritas que respetaron las formas y así no dejaron expresar la libertad de poder elegir, de poder expresar sus deseos de ser.
Por último, el propio escritor enfrentó a su real amor para expresarlo con la naturalidad de vivir aquello que había reprimido por tantos años, eso mismo que no le permitía escribir una historia de amor.
Pero el amor fue más fuerte y la mujer del escritor, que me hizo emocionar hasta las lágrimas, en un acto de fortaleza y debilidad, en una acción de amor hacia el otro, dejo que él fuera libre de vivir su amor. Hubo risas y llantos, esa especie de sollozo que te hace pensar cuan libre seríamos si pudiéramos expresar nuestros más íntimos deseos, sí fuéramos impulsados por lo que el corazón nos dicta y dejamos de lado lo que la razón nos dice.
Silbando bajito un tango se van dos hombres abrazados viviendo su verdadero amor una tarde noche de luces brillantes.
María José Martín.
“El escritor Maldito”
ELENCO
Escritor: Javier Toffolo
Hechicera: Marcela Inbelenato
Pinocho: Chany Torres,
Julio y Príncipe: Federico Juárez,
Madre y Susana: Verónica Banegas
Gallina Etelvina: Beatriz Pérez
Gallina Elvira: Alejandra Diurno
Paulita: Analía Ibáñez.
Iluminación: Emanuel Urban
Vestuario: Cecilia Pérez
Dirección: Martin Palacios