DEPORTES
Por la banda izquierda
BOTTANIZ
Víctor Alfredo Bottaniz, dado que de él se trata, nació en Resistencia, provincia de Chaco, el 12 de mayo de 1953, pero su aparición en el fútbol fue a través de River Plate, institución a la que se incorporó siendo un pibe y fue incluido en la menor de las divisiones de entonces: la prenovena.
RIVER PLATE
En River vivió los años difíciles de la entidad cuando sus primeros equipos eran grandes protagonistas de los torneos y firmes candidatos a llevarse el campeonato, pero finalmente el título se escapaba. Fue un tiempo complicado y Víctor lo vivió desde adentro. En principio de lejos, pero cuando ya tenía edad de sexta división, el famoso técnico brasileño Didí que estaba a cargo del plantel superior lo convocó a entrenar con los profesionales, incorporando también a varios jóvenes de la misma edad del chaqueño, entre los que estaban: Mario Finarolli, Norberto Alonso y el arquero Luis Landaburu.
Víctor ya actuaba como lateral por izquierda, pero, delante suyo estaban dos jóvenes apenas un año mayor que él que buscaban su lugar en el equipo de primera: Raúl “el Rulo” Giustozzi y Osvaldo “el japonés” Pérez. Igual el chaqueño siguió trabajando y alternando entre tercera división y reserva, y fue con un equipo integrado por jugadores de ambas divisiones, que Bottaniz visitó nuestro distrito.
PEHUAJÓ
En 1971, la flamante Filial de River Plate de nuestra ciudad acordó traer el mencionado equipo de la prestigiosa institución de Núñez para disputar dos partidos como parte de los festejos del primer año de vida de dicha filial y tratando que adherir el espectáculo a la celebración de un nuevo aniversario de Pehuajó, por lo cual uno de los partidos se jugaría el 3 de julio de ese año.
Todo parecía ir viento en popa, pero, imprevistamente, la Liga Pehuajense comunicó que no aprobaba la suspensión del torneo local durante la fecha elegida y en consecuencia no permitía la realización de esos encuentros en ningún estadio de los clubes afiliados. Y cuando se desvanecían las ilusiones, surgió la chance de jugar un solo partido en Mones Cazón, localidad de nuestro partido cuyos clubes de fútbol estaban afiliados a la Liga Deportiva de Henderson.
EN MONES CAZÓN
Felices por la noticia, la gente de Mones Cazón colaboró en lo que pudo. Se acondicionó el estadio de Atlético y se formó un combinado con jugadores de las entidades lugareñas: Atlético e Independiente.
Sánchez, Alcaraz, Evangelista, Carlos Rodríguez y Aires; Manuel García, Horacio González, y Octavio Bitulfo; Oscar Sánchez, Manuel Astudillo, y Hernández fue la formación local, mientras que River salió al campo de juego con: Oscar Quintabani, Lima, Herrera, René Daulte y Víctor Bottaniz; Raffa, Reinaldo “Mostaza” Merlo y Anilo; Joaquín Martínez, Deluchi y “Vitrola” Ghiso.
Anilo y Deluchi marcaron para River en el primer tiempo y Martínez puso el 3 a 0 definitivo, mediante la ejecución de un penal en la segunda etapa, pero el resultado fue puramente anecdótico porque lo importante fue la fiesta.
Así pasó por Pehuajó quien sería una gran figura del fútbol argentino: Víctor Alfredo Bottaniz.
LA CASACA 3
Víctor, ya conocido como Lito, tuvo la posibilidad de afirmarse en la primera de River recién en 1973, pero al año siguiente llegaron al plantel: Héctor “el gorrión” López, procedente de Atlanta y Daniel Alberto Passarella desde Junín, los que podían jugar como lateral izquierdo, aunque, con el tiempo, el Kaiser se consagraría como zaguero central. Todavía estaba “el japonés” Pérez y se hizo muy competitiva la lucha por ese puesto de marcador de punta.
Con la llegada de Ángel Labruna como técnico en 1975, Bottaniz no fue tenido en cuenta y dejó River, donde llegó a jugar 26 partidos oficiales.
TATENGUE
Su nuevo destino fue Unión de Santa Fe donde, prácticamente, encontró su lugar en el mundo. Como el primer equipo tatengue acababa de ascender a primera A, para la nueva temporada la dirigencia contrató al técnico Juan Carlos Lorenzo y a una elevada nómina de jugadores consagrados. Así llegaron: Hugo Gatti y Eduardo Marasco de Gimnasia, el uruguayo Baudilio Jáuregui, Ernesto Mastrángelo y Víctor Marchetti de River, Rubén Suñé, exfigura de Boca que procedía de Huracán, Víctor Trossero y Miguel Ángel Tojo de Racing, Victorio Nicolás Cocco y Roberto “el León” Espósito de San Lorenzo y Carlos Trullet de Colón. Y a ellos se sumó el joven Bottaniz.
El equipo cumplió una muy buena campaña en el extenso Metropolitano, pero no tanto en el Nacional, siendo River el ganador de ambos torneos en ese inolvidable 1975 para los riverplatenses que vieron cortarse la larga racha de sequía tras 18 años sin títulos.
ALTO NIVEL
Bottaniz permaneció en Unión y su rendimiento fue creciendo, logrando en 1977 tener un muy buen año, lo que le valió la convocatoria a la selección nacional con miras al campeonato del mundo que se realizaría en nuestro país en 1978.
Estar en la primera lista de 40 jugadores con posibilidades de integrar la plantilla definitiva de los 22 que admitía el reglamento, ya era todo un honor, pero quedar entre los 25 de la segunda nómina fue algo muy especial. Y Bottaniz estuvo entre estos últimos.
DE SELECCIÓN
Como titular del seleccionado argentino, Bottaniz jugó tres partidos internacionales en 1978. Dos de ellos contra Perú por la Copa “Ramón Castilla”, ambos en marzo y con sendas victorias de nuestro equipo nacional: 2 a 1 en Buenos Aires y 3 a 1 en Lima. El tercero fue en abril en Montevideo ante Uruguay y fue victoria charrúa por 2 a 0.
También en ese período previo al inicio del campeonato mundial jugó algunos amistosos en el interior del país.
Mostró lo que tenía y esperó con ansias la determinación de Menotti para saber quiénes serían los tres jugadores de esa lista de 25 que quedarían afuera del mundial.
LOS 22
Y llegó el día de la decisión. Previo a ello, el plantel acordó que la totalidad del premio que percibirían según la campaña que realizaran en el mundial no sería repartido entre los 22 jugadores de la lista definitiva sino entre los 25 que aún estaban con chances.
Luego Menotti los reunió a todos y les comunicó que los tres que quedaban fuera del plantel que disputaría el mundial eran: Diego Maradona, Humberto Bravo y Víctor Bottaniz. Fue un golpe duro para todos en general y para ellos en particular, pero todos lo tomaron distinto. A Diego se lo vio muy afectado; Bravo retornó a Córdoba y Bottaniz pidió quedarse y acompañar el plantel como un colaborador más, lo cual fue aceptado.
Lito siguió siendo uno más y estuvo con el plantel permanentemente. De hecho, vio todos los partidos del torneo -excepto el partido frente a Brasil– desde el banco de los suplentes. Vivió, sufrió y disfrutó el Mundial, considerándose también uno de los campeones. Incluso Menotti le entregó una medalla de las otorgadas a cada integrante del plantel vencedor. Una medalla que, tiempo después, le fue robada en el domicilio de su madre, pero eso es otra historia.
SU CARRERA
Víctor pasó al Racing Club de Avellaneda en 1979, permaneciendo allí por varias temporadas. Siguió su carrera en Temperley, jugó luego en Argentino de Firmat y retornó a Unión de Santa Fe, cerrando su carrera en la primera división con 441 partidos oficiales disputados en los que convirtió 33 goles.
Retirado del fútbol se dedicó a la dirección técnica.
Víctor Alfredo Bottaniz fue un futbolista que, por lo general, se desempeñó con marcado éxito como lateral izquierdo de la defensa, aunque también supo cumplir otras funciones. Fue un jugador criterioso, con muy buen manejo del balón y reconocidas condiciones técnicas que encontró en Unión de Santa Fe, la institución con cuya gente quedaría identificado para siempre.
Una figura del fútbol argentino que, siendo prácticamente un desconocido, pasó por un campo de juego del distrito de Pehuajó.
Roberto F. Rodríguez.
EN LA FOTO: Unión de Santa de Fe 1975 con una casaca muy especial. Parados: Zuccarini, Bottaniz, Jáuregui, Suñé, Merlo, Gatti y Trullet. Hincados: Mastrángelo, Sacconi, Marchetti y Bravi.

DEPORTES
Agropecuario y San Martín no se sacaron diferencias

Pobre igualdad en Carlos Casares entre el Sojero y el Ciruja.
Agropecuario no le pudo meter presión a Almirante tras el 0-0 ante el Santo de Tucumán en el pobre partido jugado el pasado sábado en la vecina ciudad de Carlos Casares.
El Sojero tenía la chance de ganar y meter en aprietos a Almirante Brown, pero no aprovechó la oportunidad, igualó frente a San Martín de Tucumán como local y sigue siendo el escolta de la Zona A. El Santo continúa con su andar irregular y todavía no arrancó en este 2023. Fuente: Diario Deportivo Olé.
DEPORTES
Ciclismo: se realizó la competencia nocturna en el óvalo local

Hubo muy buena respuesta de pedalistas en el circuito Eustaquio “Quito” Carabajal.
El pasado día sábado a la noche se realizó el festival de ciclismo en la pista Eustaquio “Quito” Carabajal, arrojando los siguientes resultados.
Clasificaciones 25/03
Mayores / menores
1) Ceres Martín
2) Latigan Guillermo
3) Cartasso Edgardo
4) Campot Alberto
5) Morales Silvio
6) Carrera Maximiliano
7) Pallero Damián
Master D/E
1) Damico
2) Del Valle
3) Cueli
4) Ridella
Master C
1) Ramseyer Wilson
2) Ledesma
3) Sosa
4) Núñez
5) Lobosco Javier
Damas
1) Tocha Mayra
2) Tocha Eliana
3) Bialas Lidia
4) Perez Daiana
5) Navarro Martina
Elite/ Master A/B / Juveniles.
1) Pçerez Leonardo
2) Lobosco
3) Barriendo Julián
4) Novgorosky Franco
5) Zaratiegui Santiago
6) Tocha Yonatan
7) Navarro.
DEPORTES
Ciudad de Bolívar cayó ante Independiente en la Copa Argentina

“El Rojo” de Avellaneda se impuso por 3 a 0 y avanzó a la próxima instancia.
En un partido histórico, Ciudad de Bolívar debutó en la Copa Argentina y por los 32avos. se midió el domingo a la tarde con Independiente de Avellaneda en el Estadio Único de La Plata.
No se dio el milagro. El Celeste cayó por tres a cero. El Rojo no llegaba bien a este partido; con una camiseta “pesada” pero un plantel repleto de juveniles y un técnico interino al frente del grupo, hacía pensar que no se trataría del gran rival que pudo ser en otras situaciones. Sin embargo, la diferencia de jerarquía igualmente quedó en evidencia y además el propio Ciudad, al quedar con un jugador menos en el arranque del segundo tiempo, hizo más cuesta arriba este desafío.
A los 15 minutos del primer tiempo, Martín Cauteruccio culminó con un pase a la red una jugada de contragolpe de Independiente, nacida en un córner a favor de Ciudad, un rechazo del propio Nº 9 en su área y un mal despeje de Aguerre.
Hasta entonces Ciudad había estado algo dubitativo, imaginamos nervioso por las particularidades de este choque. Paradójicamente, después de estar 0-1 abajo el equipo pareció acomodarse en la cancha y el trámite del partido se hizo un poco más equilibrado. De todas maneras, solamente “Coco” Roldán aparecía como su herramienta generadora de juego, y aunque buscó por diferentes sectores, los avances celestes se hicieron previsibles e Independiente lo controló sin mayores problemas. Sólo a los 35 contamos una chance para Ciudad: un centro de Roldán que Urquijo alcanzó a desviar y casi se le mete por el segundo palo al arquero Rey.
Con Juanito Cázares en la conducción, Vallejo desbordando siempre por el sector del colombiano Valencia, Cauteruccio siendo importante en las dos áreas, al Rojo le bastaron algunos pasajes del partido, algunas sociedades, para justificar al menos la mínima diferencia en el marcador.
MUCHOS CAMBIOS Y UNA RÁPIDA EXPULSIÓN
En el inicio del complemento el “Indio” Ortiz metió tres modificaciones. Entró el goleador Troncoso y otro de interesantes aportes como Olivera, pero se fue “la manija”, Roldán, y para colmo el goleador histórico se hizo expulsar por un codazo a los 8 minutos y se le complicó todo aún más a Ciudad.
Con el paso de los minutos fueron sumándose variantes en los dos equipos. Mientras Ciudad no se resignó a entregar la pelota y buscó con los medios que disponía el área rival, Independiente fue haciéndose aún más dueño del partido. Marcone se erigió como la figura del mediocampo, a la vez que Yery intentaba asumir la conducción de Ciudad ante la ausencia de Roldán.
Poco a poco fueron produciéndose avances del Rojo. A los 12 se lo perdió Cauteruccio y a los 15 lo tuvo Vallejo, hasta que a los 20 se sentenció la historia con el dos a cero. En otra acción con Cazares como protagonista, luego de que Valencia tomara la lanza y perdiera una pelota en el mediocampo, fue Vallejo el que quedó cara a cara en soledad con el arquero Cavallotti y marcó el rumbo definitivo del encuentro.
Amor propio y actitud no le faltaron a Ciudad, pero con la suerte echada, los pibes de Independiente se afianzaron en la cancha y gran parte del segundo tiempo estuvo de más.
Ya a los 43, uno de los ingresados en el complemento, Matías Giménez, pescó un envío hacia el área de Cavallotti y estableció el tres a cero.
No se dio el milagro, no corrió riesgo nunca el triunfo y la clasificación de Independiente, que espantó sus fantasmas y sacó adelante un partido que le resultaba “incómodo” por su situación en estos días. Aunque superó a un rival de otra categoría, la victoria fue muy celebrada por el plantel y el numeroso público que fue a alentarlo a La Plata, aportándole un marco más que significativo a este encuentro tan significativo para Bolívar.
Para Ciudad fue un partido que dejó un sabor agridulce. Consciente de la camiseta a la que se enfrentaba, la derrota no debe significarle un paso atrás sino una experiencia para aprovechar en su camino recién iniciado en el Federal A. Si “Coco” Roldán vuelve a incidir en el juego como lo hizo ayer, será una de las figuras del Federal A que acaba de comenzar. Ortiz tiene un buen equipo para la categoría a la que pertenece. Jugó un encuentro para la anécdota y desde ahora debe pensar en lo que tiene por delante.
Fuente: La Mañana de Bolívar.