jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1564

Sociedad | 22 abr 2023

Rescate de un lugar querido. La historia de un bien preciado: “El cine Zurro”


Un lugar que conoció décadas de esplendor, cuando la cinematografía mundial “mágicamente” irrumpió en la vida pueblerina. Un ámbito de concurrencia masiva que, con el paso del tiempo, se transformó en uno de los símbolos populares más distintivos del patrimonio cultural lugareño. Su decadencia y cierre nos dejó un sabor amargo. Hoy, se abre una nueva etapa de su historia, y de la historia de la ciudad de Pehuajó. Vuelve a brillar aquel lugar de reunión. En este contexto, recordamos un diálogo que Diario NOTICIAS mantuvo con Antonio Zurro, donde relata cómo fue que la familia Zurro inició en el mundo del espectáculo hasta lograr construir aquel edificio monumental. Un recuerdo para entrar en lo que será una jornada histórica para la cultura pehuajense. CONSTRUCCIÓN DEL CINE ZURRO, CONCRETADA POR SU ESPOSA E HIJOS La construcción de este relevante cinematógrafo, iniciada en 1950, fue la continuación un anhelado emprendimiento encarado, junto a su familia, por Don Antonio Zurro y su esposa. “Pero la sentida desaparición del recordado vecino, se produjo el 21 de Mayo de 1943, cuando aún era dable esperar mucho más de su capacidad y de sus energías. El gremio del sector perdió en aquel entonces, a un verdadero pionero que se había destacado por su esfuerzo personal y sin desmayos, ocupado un lugar prominente en nuestro distrito y país. Por eso, sus hijos Aurelio y Avelino alentados por los consejos de su madre, doña María Concepción Álvarez de Zurro prosiguieron con la magnífica obra iniciada por aquél hombre de empresa y de amplia visión en un negocio que manejó junto a su señora, con dinamismo y entusiasmo marcando interesantes rumbos en la entonces naciente industria del cine”, reseñan los testimonios. ARTE AUDIOVISUAL Un emprendimiento comercial ambicioso orientado al "arte audiovisual" que, durante décadas, repercutió en la vida social de este pueblo y de la zona, convirtiéndose en un símbolo del patrimonio cultural distintivo, de concurrencia masiva. Hasta que sucesivos vaivenes en la economía del país, a partir de la década del `70, trastocaron la existencia de muchas empresas nacionales. Y la firma Zurro no escapó a ello; además de padecer la crisis propia del negocio cinematográfico que perjudicó a la mayoría de las exhibidoras, presas de la concentración monopólica de las distribuidoras internacionales y algunos cambios en los hábitos culturales de los espectadores. Asimismo, el golpe militar, en 1976, y la dictadura indujeron a la crisis de la cinematografía nacional. Y hasta 1980 difícilmente se realizaron producciones interesantes. Las transformaciones tecnológicas y el surgimiento de una nueva red de comunicaciones, a nivel mundial, dieron lugar a la masividad de la televisión por cable, y otras alternativas audiovisuales como videocaseteras, videoclubes e internet. Cambios que produjeron nuevas conductas de consumo, familiares e individuales, y que modificaron los hábitos de los cinéfilos. En consecuencia, la actividad comercial del cine fue languideciendo y en muchos casos se extinguió. EMOTIVO REPASO Antonio Zurro, de profesión veterinario, es el hijo varón mayor de los recordados vecinos, Avelino y María Ángela Larrosa (vale remarcar, hermano mayor del actual intendente de Pehuajó, Pablo Javier Zurro). Antonio lleva el nombre de su abuelo, aquel que vino de España y cultivó el éxito en nuestra ciudad, como venimos relatando. Antonio dialogó con NOTICIAS años atrás, y mantuvo un emotivo repaso de lo que fue la historia de este monumental cine, diálogo que hoy recordamos en esta página. DESARROLLO DEL CINE EN PEHUAJÓ Antonio evocaba así a sus abuelos Antonio y Concepción, quienes tuvieron visión para emprender aquel negocio "novedoso" de la industria cinematográfica en un pequeño pueblo del oeste provincial: “Ambos nacieron en España y se trasladaron a la Argentina en 1909 con mi tío Aurelio que entonces tenía tres años. Como todo inmigrante traían el propósito de lograr una mejor posición económica”. El matrimonio recién llegado a nuestra ciudad, se instaló en el viejo mercado “El Progreso”. “Mi abuelo era peluquero, oficio que ejerció hasta que se dedicó al espectáculo. Mi abuela no sabía leer ni escribir. Después, con mucho esmero, se instruyó a sí misma. En esa época vendía las entradas en el Cine Bar Zanni”, recordaba emocionado este nieto. – ¿Cómo fue que sus abuelos optaron por dedicarse al espectáculo? – Por sugerencia de un amigo, de quien no recuerdo su nombre, mis abuelos emprendieron ese negocio del “Cine Bar Zanni”. Luego, la empresa Zurro, continuó su actividad comercial al alquilar el Teatro Español, en donde reconocidos artistas, presentaron a los espectadores interesantes obras teatrales. Así, los asistentes tuvieron la oportunidad de entretenerse, y de sentir deleite, asombro o dolor. Porque en aquel escenario participaron, distinguidas figuras de la época. Entre ellas: Carlos Gardel, José Gómez, Enrique Muiño, José Podestá, Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Olinda Bozán y la artista española: Teresita Zazá, quien trajo hasta estas tierras aquel género musical-escénico español llamado zarzuela; donde se mezclaban partes instrumentales, vocales y habladas. “Mi abuela, siempre relataba la presencia en Pehuajó de Carlos Gardel, Libertad Lamarque y de Teresita Zazá”, manifiestó este Antonio. La respuesta del público fue favorable para aquel flamante empresario quien, más confiado y con mayor experiencia, decidió comprar al señor Inchauspe, la sala del “Cine Bar Zanni”. Aquella propiedad, tenía capacidad para 240 espectadores y estaba ubicada en la calles Mitre y Artigas. La empresa Zurro fue creciendo y luego alquiló, a la sede de la Sociedad Italiana, el Teatro Dante (donde funcionaba la Dirección de Cultura y Deportes, ex sede del club Estudiantes). ENFRENTANDO LA COMPETENCIA Corría el año 1910, Pehuajó y su zona se destacaban por ser la “Perla del Oeste”. La evolución progresiva de aquel negocio fue positiva y la población concurría para entretenerse con las primitivas películas en blanco y negro. Entre ellos, los clásicos films mudos de Charlie Chaplin. El auge del cine en nuestra ciudad, llamó la atención de la competencia. Una nueva empresa cinematográfica denominada Max Glüsmann, se instaló en Pehuajó. Ante ese rival el popular empresario Antonio Zurro, demostró su inteligencia y eficacia para enfrentar al enemigo poderoso. Logró, de nuevo, ser el dueño del mercado. “Aquel negocio resultó próspero, explica su nieto mayor, entonces mi abuelo acometió con mucho ímpetu la construcción del primer cinematógrafo que se llamó ‘Cine Select”, espacio donde luego se alzó el Cine Zurro. – ¿Para la construcción del Cine Select, su abuelo, se asoció con otros empresarios o recibió subsidios oficiales? – No. Fue gracias a la concurrencia de público al Cine Bar Zanni, que le concedió la utilidad necesaria para construir el nuevo inmueble. En aquella época no existían créditos o si había, eran pocos. SURGE UN NUEVO EMPRENDIMIENTO: “EL CINE ZURRO” - Sentado en el comedor de la querida casa paterna, Zurro continuó describiendo años atrás, con mucho orgullo, la historia del cine y la trayectoria de su familia, en nuestra ciudad. "El Cine Zurro se comienza a construir en el año 1950 y se termina en Marzo de 1951", rememoró. "El edificio del Cine Select, fue demolido y una parte de la casa de mi abuela, ubicada sobre la calle Alsina, le cedió terreno al nuevo cine. Este tenía una salida sobre la calle Hernández, donde se ingresaban las películas que se acarreaban desde el ferrocarril”. –Su abuelo tuvo como objetivo brindar a Pehuajó un cine más amplio y moderno. El resultado fue una sala monumental. Pero, recién comentaba que no llegó a ver concretado su objetivo... - No, porque falleció en mayo de 1943. Luego de su deceso, la firma Zurro quedó a cargo de mi padre, Avelino, de mi tío Aurelio y de mi abuela María Concepción. Aquella empresa llegó a ser una verdadera potencia económica, fueron alrededor de cuarenta cines los que administraban. - ¿Y cómo fue la nueva organización? – Mi padre, administró los cines desde Pehuajó y mi tío se trasladó a Buenos Aires, donde dirigió la oficina que organizaba las películas y los contratos con diferentes distribuidoras. Mientras que mi abuela, estaba siempre presente controlando todo desde aquí. Se distribuía desde Pehuajó a todas las salas, propias o alquiladas y a salas de terceros. Mi abuelo, también junto a dos amigos ya habían montado una distribuidora en Montevideo, durante seis años”, así explicó Zurro la incursión de esta empresa que había surgido como modesta exhibidora en otro rubro del negocio cinematográfíco, que es la distribución de títulos - Esa competencia ¿en qué sitio de Pehuajó se desempeñó? - Casi siempre la competencia alquilaba el Teatro Español. Cuando se retiraron, mi tío Aurelio lo alquiló para la firma Zurro y lo conservó arrendado hasta que el cine dejó de ser negocio. - ¿Recuerda el día que se inauguró el Cine Zurro y qué película se proyectó? - El jueves 29 de Marzo de 1951,y la primera película fue “Surcos de Sangre”, con la interpretación de Hugo del Carril y Esther Fernández. Al día siguiente, proyectaron una película de carácter policial titulada “Pasión Criminal” con William Holden y Nina Foch. - ¿Tiene presente que significó para Pehuajó y su familia? - Para mi familia fue un día de mucha alegría. Yo tenía ocho años…, recuerdo que hubo una inauguración previa, palabras del intendente de turno… Mi abuela fue la artífice que indujo a sus hijos, Aurelio y Avelino, a continuar aquella obra, surgida en la extrema humildad. Pensá que cuando empezaron con el “Cine Bar Zanni y en el “Cine Select”, los que vendían caramelos eran mi padre y mi tío. - Y usted, ¿llegó a tener alguna participación? ¿Cuándo? - Claro, pero no con la intensidad que lo hicieron mis antepasados. Mi padre falleció en el año 66, entonces ocupé su lugar en el manejo del cine, pero la empresa tenía un encargado que fue por muchos años la cara visible. - Recién me habló de un encargado, ¿quiénes fueron los empleados de cine? - El encargado fue Carlos Pascual, el boletero Escandroglio, el portero Peralta. Otros empleados fueron, Vidal padre e hijo, Astudillo, Denuncio, Cazzoni… De todos, nuestra familia tiene un recuerdo muy bueno. - El cine además de entretener, aportó trabajo a los pehuajenses - ¡Así es!... Los carameleros fueron los chicos, Zuccari , Martín…, se trataba que fueran chicos de hogares humildes; de esta forma, con la ganancia, se costeaban los estudios. - ¿Quién fue el proyectorista? - Cazzoni y un muchacho Rodríguez (fallecido) que lo suplantaba los días de franco. Porque el cine trabajaba los siete días de la semana, tarde y noche. - ¿Alguna anécdota? - La más famosa es la de aquel vecino, que lo habían echado del cine por hacer lío y se disfrazó de mujer para ingresar…, lo descubrieron. - Alguna persona que se haya dormido en el cine… - ¡Muchísimos! Era uno de los problemas que tenía mi abuela… - ¿Y? - Mi abuela era una gallega dura que daba órdenes. Una vez finalizada la función, los acomodadores recorrían la sala para controlar que no quedara nadie. Pero en algunas ocasiones, al otro día se encontraban con alguna persona desesperada, porque se había dormido. - Su familia pudo construirlo en una ciudad más grande. Fue una apuesta fuerte a Pehuajó. - Bueno, ya en el tiempo que se construyó la última sala, sí era una época que se otorgaban créditos muy buenos, con tasa baja. Se sacó uno a diez años y a los cuatro ya se había cancelado. La comunidad respondió con creces. Por lo tanto no estaban equivocados. Además, éste era nuestro lugar. La familia Zurro tuvo mucho bienestar en aquella época, y los siete hermanos la posibilidad de estudiar…En ese sentido no podemos estar sino agradecidos. No tiene ningún sentido especular con que la sala, en otro lugar, hubiera resultado más rentable. No pienso en esos términos. - ¿Qué día se cerró y cuál fue la última película? - No recuerdo, aquél día me causó un efecto muy desagradable. Se encargó el administrador, Carlos Pascual de cerrarlo, no quedó otra solución. RECUERDO Como hemos venido comentando en estas ediciones de NOTICIAS, en estos días afloran los recuerdos y las anécdotas de inolvidables momentos compartidos en el histórico lugar, y que hoy decidimos recordar su historia de creación familiar, con la palabra de Antonio Zurro con la periodista de este diario, Fany Adriana Fainstein, publicada el 4 de mayo de 2014 en un suplemento especial en las páginas de NOTICIAS.
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