DEPORTES
Todo a pulmón

Nuestras calles lo vieron triunfar, pero su tiempo de gloria había quedado lejos. De haber sido un portento del atletismo con éxitos internacionales, pasó, tras un abrupto cambio de gobierno, a ser proscripto y quedarse sin representar a nuestro país en los Juegos Olímpicos de 1956, a raíz de una arbitraria decisión tomada en la escena de una nueva política nacional, algo que él nunca comprendió.
SUÁREZ
Juan Osvaldo Roberto Suárez, dado que de él se trata, nació en la localidad de Wilde, al Sur del Conurbano bonaerense, el 17 de marzo de 1934 y encontró en el atletismo, más precisamente en las pruebas de largo aliento, el camino por donde canalizar su espíritu deportivo y competitivo.
ESPERANZA
A los 17 años y representando a Independiente de Avellaneda, logró el récord en los 2.000 metros a nivel sudamericano y el periodista de El Gráfico, Alberto Salotto, cifró en Suárez enormes esperanzas en un futuro altamente promisorio y cercano.
Su crecimiento deportivo fue rápido y diferentes pruebas de fondo lo vieron imponerse. Era la gran esperanza argentina para la magna prueba de los Juegos Olímpicos: la maratón. A cierta distancia en el tiempo aparecían los Juegos de Melbourne, en 1956 como próxima olimpíada y Suárez tenía todavía suficiente margen como para llegar en el punto más alto de su rendimiento físico. De hecho, primero estaban los Juegos Panamericanos de 1955 a realizarse en México, donde se vería, realmente, cómo estaba ubicado Osvaldo con relación a los principales fondistas latinos y desde allí empezar a pensar en grande.
CAMPEÓN PANAMERICANO
Cuando se iniciaron los juegos panamericanos de México, Osvaldo Suárez, representante argentino en atletismo, contaba todavía con 20 años de edad, aunque muy próximo a cumplir sus 21. Y participó en las pruebas sobre recorridos de 5.000 y 10.000 metros.
En la primera de ellas se impuso con un tiempo de 15 minutos, 30 segundos y 6/10, mientras que, en la segunda, también resultó ganador empleando 32 minutos, 42 segundos y 6/10.
Osvaldo Suárez era una realidad que podría, sin duda alguna, traer a la Argentina la medalla de oro en maratón olímpica, como alguna vez lo habían hecho Zabala y Cabrera.
HACIA MELBOURNE
El invierno de 1955 encontró a Suárez entrenando como nunca con miras hacia los Juegos Olímpicos del año siguiente. En las primeras prácticas y para la distancia de la maratón olímpica establecida en 42,195 kilómetros, alcanzó un registro que estaba solo 2 minutos por debajo del récord olímpico logrado por el famoso atleta checoslovaco Emil Zátopek, la invencible locomotora humana como lo conocía el mundo.
Suárez estaba en el buen camino, por potencia, juventud y contracción al entrenamiento, siendo un gran favorito a ganar la máxima prueba atlética en los juegos de Melbourne. Pero algo se interpuso en su camino.
PROSCRIPCIÓN
El derrocamiento del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, en septiembre de 1955, y la toma del poder por parte de la llamada Revolución Libertadora, trajo sus consecuencias, en este caso, para muchos deportistas que se habían destacado a nivel internacional durante el gobierno del depuesto mandatario. Y Osvaldo Suárez, fue uno de los perjudicados porque el nuevo gobierno, a través de una Comisión Investigadora de Irregularidades Deportivas, decidió suspenderlo e impedirle salir del país, por lo que se desvaneció el sueño de ganar la maratón olímpica.
Una arbitraria e injusta medida para Suárez, quien atribuyó lo ocurrido a que lo tildaron de peronista y quedó proscripto.
La suspensión se completó a los catorce meses y aunque para muchos no pareció un tiempo prolongado, el daño estaba hecho. Suárez, en el mejor momento de su trayectoria deportiva, estuvo impedido de representar al país y cosechar los éxitos que, debido a sus condiciones, hubieran sido muy importantes.
EXITOSO RETORNO
Cuando pudo salir del país a competir trató de dejar en lo más alto al atletismo argentino y en 1958 se impuso en la tradicional prueba internacional de San Silvestre realizada en Sao Pablo, siendo el primer argentino en ganarla. En 1959 repitió tan significativo éxito en Brasil, y tuvo su lugar para participar en los Juegos Olímpicos de Roma al año siguiente.
Concurrió con grandes expectativas, pero consciente que su presente no era el de otros tiempos dorados. Aun así, cumplió una gran labor en la competencia de los 42 kilómetros y terminó en el noveno lugar frente a impresionantes figuras internacionales.
Ese mismo año ganó en San Sebastián, País Vasco, con nuevo récord y, por tercera vez consecutiva, se impuso en la San Silvestre, hazaña que solo había conseguido el brasileño Joaquim Goncalves da Silva en los años ’40, y que luego conseguirían: el ecuatoriano Rolando Vera en los ’80 y el keniata Paul Tergat en los ’90.
NUEVOS LOGROS
En 1961 ganó las pruebas de 5.000 y 10.000 metros en el Sudamericano de Lima y, dos años después, repitió esos logros en el Sudamericano de Cali. En este último año, 1963, participó en los Panamericanos de Sao Pablo, pero terminó segundo en ambas pruebas. Estaba claro que seguía siendo el mejor fondista del país, aunque ya asomaba un joven llamado Mario Cutropia, sobre quien se habían depositado grandes esperanzas de mantener la línea exitosa de Suárez. Dos figuras, de diferentes edades, pero a los que Pehuajó vio participar en una misma competencia.
EN PEHUAJÓ
El 12 de julio de 1964 se disputó en nuestra ciudad una prueba pedestre llamada: “Cruce de Pehuajó”, por el trofeo “Pío D. Baleani” recordada figura del atletismo lugareño. Organizó la competencia la Comisión de Distrito de la Dirección de Educación Física, y la carrera se planificó sobre un recorrido de 8 kilómetros, contemplando, en un principio, un paso por la estación del ferrocarril Provincial (actualmente destinada a OBROIN) lo que luego fue modificando. Al final se trazó un camino que tendría como contorno a las cuatro avenidas de circunvalación que contenían, por aquel entonces, a la mayor parte de la planta urbana.
RECORRIDO
Los competidores partirían desde el palacio municipal por Alsina hasta Lavardén, de allí hasta Rivera Indarte (hoy presidente Perón) y por ésta hasta Sastre. Seguirían por Sastre hasta Balcarce desde donde, por esa avenida, irían camino hacia Lavardén, por la que llegarían a Alsina e iniciarían el retorno al centro geográfico de la ciudad, donde deberían rodear la plaza en varias oportunidades hasta completar el total de los kilómetros previstos.
Conforme a los tiempos registrados en otras competencias, se estimaba que el trayecto estipulado sería cubierto en menos de media hora.
LOS LOCALES
Héctor Acevedo, Manuel Díaz, Nicolás Ciccarelli, Enrique Sierra, el reconocido boxeador Héctor Picó y el fondista Roberto Correa, fueron los representantes locales primeros en anotarse, asumiendo la responsabilidad de defender el prestigio deportivo pehuajense.
LA CARRERA
El ahora representante de River Plate, Osvaldo Suárez, junto a Cutropia y Mario Díaz, también atletas del club de Núñez, fueron los primeros en llegar al parque San Martín, delante de un nutrido pelotón que los perseguía buscando acercarse, pero al pasar frente al hospital local, los punteros ya le habían sacado unos 600 metros de ventaja a sus perseguidores.
Suárez asumió el liderazgo casi junto a Cutropia, pero al llegar a Lavardén omitió doblar por ésta y se lanzó a cruzar las vías del entonces ferrocarril Sarmiento, por lo que rápidamente fue alertado y retomó el camino correcto alcanzando a Cutropia antes que éste llegara a la calle Alsina. Desde allí hasta el final, Suárez se perfiló como el esperado vencedor y así lo hizo, con un tiempo de 25 minutos con 5 segundos.
En su edición del lunes 13 de julio de 1964, NOTICIAS tituló: “Sin esforzarse, Osvaldo Suárez ganó la maratón”.
Estaba claro que el enorme campeón no se había exigido demasiado para llevarse la victoria, pero había cumplido con las expectativas.
Cutropia arribó segundo empleando 9 segundos más de tiempo que el ganador. Mario Díaz quedó tercero, Francisco Conte cuarto y luego llegaron: Pérez, Staffieri y Gauna.
EL PUELCHE
El mejor clasificado local fue Roberto Correa, apodado, por su arrolladora marcha en su mejor época, “El Puelche”, como el famoso servicio ferroviario que pasaba por esta zona.
Por él vibró el público pehuajense, porque Correa, de 31 años en ese momento, aunque no era nativo de este medio llevaba casi la mitad de su vida habitando nuestra ciudad, siendo muy conocido y apreciado, y aunque ya no estaba en su mejor nivel, siempre había representado con éxito a Pehuajó en importantes carreras.
SUÁREZ EN LA HISTORIA
La maratón “Cruce de Pehuajó” resultó un éxito y le permitió al numeroso público local que se dio cita, ver en acción al famoso Osvaldo Suárez, algo que mucho no olvidaron jamás.
El distinguido atleta, que ocupa un lugar preponderante en la historia del atletismo, falleció en 2016, a los 83 años de edad, y con él se fue una parte grande del deporte argentino.
Roberto F. Rodríguez.

DEPORTES
Agropecuario y San Martín no se sacaron diferencias

Pobre igualdad en Carlos Casares entre el Sojero y el Ciruja.
Agropecuario no le pudo meter presión a Almirante tras el 0-0 ante el Santo de Tucumán en el pobre partido jugado el pasado sábado en la vecina ciudad de Carlos Casares.
El Sojero tenía la chance de ganar y meter en aprietos a Almirante Brown, pero no aprovechó la oportunidad, igualó frente a San Martín de Tucumán como local y sigue siendo el escolta de la Zona A. El Santo continúa con su andar irregular y todavía no arrancó en este 2023. Fuente: Diario Deportivo Olé.
DEPORTES
Ciclismo: se realizó la competencia nocturna en el óvalo local

Hubo muy buena respuesta de pedalistas en el circuito Eustaquio “Quito” Carabajal.
El pasado día sábado a la noche se realizó el festival de ciclismo en la pista Eustaquio “Quito” Carabajal, arrojando los siguientes resultados.
Clasificaciones 25/03
Mayores / menores
1) Ceres Martín
2) Latigan Guillermo
3) Cartasso Edgardo
4) Campot Alberto
5) Morales Silvio
6) Carrera Maximiliano
7) Pallero Damián
Master D/E
1) Damico
2) Del Valle
3) Cueli
4) Ridella
Master C
1) Ramseyer Wilson
2) Ledesma
3) Sosa
4) Núñez
5) Lobosco Javier
Damas
1) Tocha Mayra
2) Tocha Eliana
3) Bialas Lidia
4) Perez Daiana
5) Navarro Martina
Elite/ Master A/B / Juveniles.
1) Pçerez Leonardo
2) Lobosco
3) Barriendo Julián
4) Novgorosky Franco
5) Zaratiegui Santiago
6) Tocha Yonatan
7) Navarro.
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Ciudad de Bolívar cayó ante Independiente en la Copa Argentina

“El Rojo” de Avellaneda se impuso por 3 a 0 y avanzó a la próxima instancia.
En un partido histórico, Ciudad de Bolívar debutó en la Copa Argentina y por los 32avos. se midió el domingo a la tarde con Independiente de Avellaneda en el Estadio Único de La Plata.
No se dio el milagro. El Celeste cayó por tres a cero. El Rojo no llegaba bien a este partido; con una camiseta “pesada” pero un plantel repleto de juveniles y un técnico interino al frente del grupo, hacía pensar que no se trataría del gran rival que pudo ser en otras situaciones. Sin embargo, la diferencia de jerarquía igualmente quedó en evidencia y además el propio Ciudad, al quedar con un jugador menos en el arranque del segundo tiempo, hizo más cuesta arriba este desafío.
A los 15 minutos del primer tiempo, Martín Cauteruccio culminó con un pase a la red una jugada de contragolpe de Independiente, nacida en un córner a favor de Ciudad, un rechazo del propio Nº 9 en su área y un mal despeje de Aguerre.
Hasta entonces Ciudad había estado algo dubitativo, imaginamos nervioso por las particularidades de este choque. Paradójicamente, después de estar 0-1 abajo el equipo pareció acomodarse en la cancha y el trámite del partido se hizo un poco más equilibrado. De todas maneras, solamente “Coco” Roldán aparecía como su herramienta generadora de juego, y aunque buscó por diferentes sectores, los avances celestes se hicieron previsibles e Independiente lo controló sin mayores problemas. Sólo a los 35 contamos una chance para Ciudad: un centro de Roldán que Urquijo alcanzó a desviar y casi se le mete por el segundo palo al arquero Rey.
Con Juanito Cázares en la conducción, Vallejo desbordando siempre por el sector del colombiano Valencia, Cauteruccio siendo importante en las dos áreas, al Rojo le bastaron algunos pasajes del partido, algunas sociedades, para justificar al menos la mínima diferencia en el marcador.
MUCHOS CAMBIOS Y UNA RÁPIDA EXPULSIÓN
En el inicio del complemento el “Indio” Ortiz metió tres modificaciones. Entró el goleador Troncoso y otro de interesantes aportes como Olivera, pero se fue “la manija”, Roldán, y para colmo el goleador histórico se hizo expulsar por un codazo a los 8 minutos y se le complicó todo aún más a Ciudad.
Con el paso de los minutos fueron sumándose variantes en los dos equipos. Mientras Ciudad no se resignó a entregar la pelota y buscó con los medios que disponía el área rival, Independiente fue haciéndose aún más dueño del partido. Marcone se erigió como la figura del mediocampo, a la vez que Yery intentaba asumir la conducción de Ciudad ante la ausencia de Roldán.
Poco a poco fueron produciéndose avances del Rojo. A los 12 se lo perdió Cauteruccio y a los 15 lo tuvo Vallejo, hasta que a los 20 se sentenció la historia con el dos a cero. En otra acción con Cazares como protagonista, luego de que Valencia tomara la lanza y perdiera una pelota en el mediocampo, fue Vallejo el que quedó cara a cara en soledad con el arquero Cavallotti y marcó el rumbo definitivo del encuentro.
Amor propio y actitud no le faltaron a Ciudad, pero con la suerte echada, los pibes de Independiente se afianzaron en la cancha y gran parte del segundo tiempo estuvo de más.
Ya a los 43, uno de los ingresados en el complemento, Matías Giménez, pescó un envío hacia el área de Cavallotti y estableció el tres a cero.
No se dio el milagro, no corrió riesgo nunca el triunfo y la clasificación de Independiente, que espantó sus fantasmas y sacó adelante un partido que le resultaba “incómodo” por su situación en estos días. Aunque superó a un rival de otra categoría, la victoria fue muy celebrada por el plantel y el numeroso público que fue a alentarlo a La Plata, aportándole un marco más que significativo a este encuentro tan significativo para Bolívar.
Para Ciudad fue un partido que dejó un sabor agridulce. Consciente de la camiseta a la que se enfrentaba, la derrota no debe significarle un paso atrás sino una experiencia para aprovechar en su camino recién iniciado en el Federal A. Si “Coco” Roldán vuelve a incidir en el juego como lo hizo ayer, será una de las figuras del Federal A que acaba de comenzar. Ortiz tiene un buen equipo para la categoría a la que pertenece. Jugó un encuentro para la anécdota y desde ahora debe pensar en lo que tiene por delante.
Fuente: La Mañana de Bolívar.