La visita del intendente municipal Pablo Javier Zurro a NOTICIAS, donde lo entrevistamos sobre el tema de máxima actualidad y cuyas decisiones publicamos en la edición de ayer, también nos dejó unos minutos para intentar sacarlo por un momento de esa mayúscula preocupación y el tema que hizo posible ese breve recreo fue el fútbol, deporte que lo apasiona y que lo ha tenido como gran protagonista en lo rol de entrenador.
Acostumbrados a su personalidad, esperamos expresiones contundentes, quizá poco diplomáticas, pero surgidas del visceral sentimiento por el fútbol y quisimos saber, en principio, si pensaba que, en algún futuro, podría volver a dirigir un equipo, obviamente Defensores. Aquí su respuesta: “No lo sé. Pasé muy buenos momentos con la Comisión de Defensores aquel tiempo. No tengo nada contra la Comisión actual. Soy un apasionado del fútbol. Me gusta el fútbol. Viví cosas muy lindas. Extraño mucho a los jugadores que me acompañaron en aquellas épocas. Extraño mucho la previa. Pero no sé si volvería a dirigir. Eso sí, no dejaría de ir a la cancha. Porque más allá de lo que pasa en otros niveles, sea nacional o internacional con todos los problemas que generan las exigencias económicas y demás circunstancias, yo vivo el fútbol. Tal es así que cuando voy por la calle y veo un partido de pibes, me paro a mirar.”
Quienes estuvimos cerca del fútbol en aquellos años de su actuación, recordamos charlas técnicas, previas o en el entretiempo (muchas veces dentro del campo de juego), con alto contenido anímico y un menor porcentaje táctico. Diálogos directos, cara a cara con sus muchachos. Y a veces en tono muy elevado. Y hoy quisimos que nos definiera el por qué de esa modalidad. “Esperaba con mucho interés esas charlas, porque más allá de la táctica y la estrategia, el fútbol es un deporte donde también los estados de ánimo juegan un rol muy importante. Por eso creo en la importancia de la arenga a los jugadores antes de salir al campo de juego. Porque cuando la arenga les llega puede inclinar la balanza. Porque influye sobre cómo está el jugador, cómo se siente para el partido y cómo habrá de posicionarse anímicamente ante el rival. Respeto la táctica y la estrategia y el planteo de los partidos, pero la arenga es muy importante. Siempre la puse en práctica y creo que solo me faltó hacer el famoso Haka –dice riéndose y agrega– En realidad el haka es una danza motivadora que me gusta, en especial la expresión”.
Su rostro se va distendiendo en sus expresiones. Al menos dista de lo observado anteriormente, pero el fútbol empieza a elevar el brillo de sus ojos y comienza a transformarlo de otra manera. Es como si de pronto volviera a vestuario. Por eso buscamos su opinión sobre un posible campeonato local de primera en este complicado año. “La Liga Pehuajense debe analizar con su conducción y el Consejo Asesor, si vale la pena pensar en un campeonato local que quizá pueda empezar recién en septiembre. Por varias razones, como lo son: el gasto que deberán afrontar los clubes, los pocos partidos que se van a poder jugar debido al escaso margen de tiempo, y por lo violento que podría ser un torneo tan corto que estaría obligado a contar con una estructura eliminatoria pocas veces vista, con todo lo que ello trae aparejado. Porque no le veo otra estructura posible, dado que de lo contrario se debería seguir jugando todo el verano y terminaríamos el torneo en marzo o abril del año que viene. Porque una cosa es lo que se tenía pensado para este año, es decir: un torneo con zonas donde clasifican varios equipos, y otra muy distinta es hacer un campeonato en dos meses donde los equipos se preparan 30 días y después, debido a una mala tarde, quedan eliminados en el uno contra uno a comienzos del torneo. Es algo que la Liga debe analizar y resolver, naturalmente, luego de evaluar si este 2020 fue un año perdido o si en realidad, si nos va bien con el tema salud, podemos considerarlo un año ganado. Y eso lo debe analizar el Consejo Asesor, porque son los representantes de los clubes los que tienen la palabra, aunque muchos crean, equivocadamente, que el que resuelve es únicamente el presidente o el secretario, en este caso Calcagni, dirigente con enorme trayectoria en la Liga. Igualmente, quiero dejar bien en claro que, en mi opinión personal, antes de pensar en el campeonato de primera, habría que pensar en los chicos, en las divisiones menores, dándole la oportunidad a los pibes que se desarrollen, porque ellos son el futuro. Por eso, y aun considerándome un fanático del fútbol y de Defensores del Este, institución que deseo siga sumando títulos, entiendo que los pibes son prioridad. Por eso quizá para ellos sí pueda llegar a organizarse un torneo corto, pero para primera no creo. No es lo que estamos acostumbrados. Aunque pasó en el ’81 cuando se jugó un torneo tan corto que, entre clasificatorio e instancias finales, sumaron apenas 10 partidos, y terminó saliendo campeón San Martín. Que no se enojen los de San Martín, pero yo siempre bromeo con que no tienen 5 campeonatos sino cuatro y medio.” Concluye, riéndose.
Hoy el fútbol, considerado por años como una expresión varonil de garra, entrega, sangre y sudor, ha experimentado una mayor apertura de género y las damas han sabido ganarse un lugar dentro del campo de juego. Algo impensado hace años, pero que hoy es una realidad a la que nuestro entrevistado arribó tarde. “En verdad me arrepiento de haber ido a ver solo dos partidos el año pasado. No le había prestado mucha atención y cuando fui me quedé enloquecido. Buen triunfo de Boca con jugadoras muy interesantes, especialmente “La Tucu”, a quien querría tener en mi equipo. En Calaveras también vi buenas jugadoras. Realmente me sorprendió el nivel y me di cuenta que debería haber ido antes a ver fútbol femenino.”
Sin embargo y volviendo al fútbol en general, sus palabras muestran dos conceptos que, pueden ser compartidos o no, pero muchos lo aceptan: “Excepto en la división mayor, el fútbol es para jugar y divertirse, pero en los grandes hay que ganar. No basta con jugar lindo. Si no caemos en el llamado “Menottismo”, o incluso lo que decía Cappa que se jactaba de que sus equipos jugaban lindo y mandó dos o tres equipos al descenso en un mismo año. Por eso disiento en ese concepto. Yo creo que el que gana es el que jugó mejor. Podrá no haber gustado ni ser vistoso pero jugó mejor.”
No pretendemos extender la charla abusando de su generosidad, pero estar ante un referente de Defensores del Este, no podíamos dejar de lado hablar de la última final de la Liga Pehuajense. Esto nos dijo: “No voy a opinar sobre la definición del último campeonato que Defensores perdió ante Huracán de Tejedor. Primero porque respeto al cuerpo técnico de Defensores y también porque muchas veces no se sabe desde afuera lo que realmente pasa dentro de ese conjunto que representa al club. Creo que el tercer partido fue un partido que se definió por detalles y que la expulsión de Pospisil, para mí mal expulsado, fue determinante. Igual yo no hubiera traído un árbitro de Bolívar. Hubiera traído un árbitro internacional. Además después se lesionó Amoroso, y Locastro erró un penal decisivo. No lo culpo. En instancias determinantes han errado penales nada menos que Maradona, Platini, Zico, Sócrates, entre otros. Insisto, fueron detalles de enorme importancia. Sin embargo creo que Defensores perdió la oportunidad de salir campeón en Tejedor. Volviendo al tercer partido, yo hubiera traído un árbitro internacional, con otro target, una figura que, aún si se equivoca, te deja tranquilo. En cambio con el árbitro que dirigió no me quedé tranquilo. Defensores fue mucho más que su rival en el tiempo que jugaron once contra once. Y la expulsión de Pospisil estuvo mal. El árbitro dice que lo había advertido, pero en el fútbol, la advertencia es la amarilla si es que consideraba que había cometido faltas como para estar al borde de la expulsión en la siguiente. Pero no le sacó amarilla. Cuando Pospisil cometió la falta que dio tanto para el comentario, lo expulsó directamente. Por eso con un árbitro internacional hubiera sido distinto. Total, se había gastado tanto hasta esa instancia que, gastar un poco más en traer un árbitro internacional, podría haberse hecho.”
Gracias, Pablo.
