Luego de que, en el Festival de Cosquín del año 2017, el canto surero no estuviera presente, el músico e interprete Adrián Maggi, cultor y representante de dicho estilo folclórico, elevó una carta a las autoridades del emblemático encuentro en tierra Cordobesa, donde narraba: “Estoy convencido de que en los festivales nacionales no puede estar ausente el género surero porque representa a casi la mitad del territorio del país. El canto surero es necesario. Es raíz y sustento de un modo de vida. De una cultura. La cultura del hombre de la provincia de Buenos Aires y más al sur también. Pinta su paisaje. Lo enriquece. Es parte de él”, consignó Adrián Maggi en la carta que entregó oportunamente a la comisión coscoína. Luego de esa misiva el canto surero volvió, y este año se vivió uno de los momentos más recordados y emotivos de Cosquín. Y en esa noche mágica, de lagrimas reconocimientos, canto y danza hubo presencia del distrito. Integrantes del ballet Alma Pampa de Mones Cazón, de la mano de Mercedes Scardino, convocados por Maggi estuvieron en el mítico escenario. Mercedes se hizo presente en el Festival junto a Valentina Lupetrone, Laura Bitulfo, Damián Bustamante y Juan Jover, quienes vienen siendo parte desde hace 20 años de la propuesta artística que profundiza Alma Pampa. En dialogo con NOTICIAS, la vecina de Mones Cazón, dejó volcar sus sentimientos. Esos que cruzan la emoción, con la alegría. Pero el saber que representa a un estilo, una idea. La esencia de pertenecer. Adrián Maggi y su interpretación, el reconocimiento a un prócer de la música como VíctorVelázquez quien recibió el premio Camín a la trayectoria, fueron parte de un cuadro mágico que termino con el público de pie. DANZA En esa noche mágica de Córdoba. Con el Río Cosquín bañando con su caudal los sueños de artistas, el nombre de Pehuajó, de Mones Cazón se hizo presente. Mercedes Scardino lo narra de forma precisa en el dialogo con NOTICIAS. El cansancio de horas después de haber concluido una nueva edición de “Mones Cazón un pueblo que canta y baila”, no fue atajo para que a la noche siguiente se presentan en la edición 60 del festival de Cosquín. Fue así que la Plaza Prospero Molina los recibió luego de la invitación de Adrián Maggi, a ser parte de quienes llevaron la danza y el canto surero. A "mis chicos", "mis bailarines", "mis hijos del corazón", señaló la profesora con la voz signada por la emoción. AGRADECER Además de agradecer a la comunidad, músicos, y muy especialmente a los integrantes del ballet, también expresó a través de las redes sociales su cariño hacia “la Comisión Directiva del Club Atlético Mones Cazon, a Pablo Javier Riera y Javier Ignacio Alduncin que, en esa charla de madrugada a fin de festival, ya cansados pero felices, pude expresarles con lágrimas y emoción lo que esto significaba en mi carrera y vi en sus ojos y en cada una de sus palabras el apoyo incondicional de siempre”. En esa conjunción de hechos, de acordes, danza, canto y vivencias, afloró un fuerte sentido de pertenencia. Una idea y un estilo inquebrantable, que brillo bajo la luna de Cosquín.