viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1565

Deportes | 26 oct 2022

El polémico tema de la quita de puntos


Nuestro fútbol lugareño, desde siempre, pero mucho más documentado desde el surgimiento en 1945 de la Liga Pehuajense de Fútbol, ha estado nutrido de numerosos episodios que despertaron curiosidad, y otros que encendieron polémicas. Hoy, aun esperamos por el segundo clasificado de la Zona 2 del campeonato oficial en curso de la LPF cuando, hace muy poco, parecía todo definido. Pero apareció una sanción con quita de puntos y, ese retroceso que debió hacer Defensores del Este en las posiciones, sumado a su reciente derrota ante Deportivo Argentino, puso a ambos en un plano igualitario ante la búsqueda de la clasificación que se definirá en un partido. ANTECEDENTES A lo largo de su historia, la LPF, a través de su organismo de fiscalización disciplinaria, ha adoptado resoluciones que han constituido prohibición de obtención de puntos por determinado espacio de tiempo, para el club infractor; o quita de puntos obtenidos en determinados encuentros para la institución a la que se le atribuye cierta transgresión, pero no han sido casos motivados por la violencia sino por otras razones. CASO CALAVERAS Durante la disputa del campeonato oficial de 1980, Calaveras aceptó jugar un amistoso frente a la selección de la Liga Nuevejuliense como visitante y viajó con todos sus titulares, más tres jugadores como refuerzos, siendo éstos: Ángel Planes que estaba en Boca Junior; Osmar Antonio de Deportivo Argentino y Rubén Omar Tolosa de Defensores del Éste. Todo parecía ir bien, hasta que empezaron a caer los reclamos a la LPF por la falta de autorización de los clubes para con estos refuerzos. En consecuencia, la entidad rectora del fútbol local, resolvió suspender al Club Atlético Calaveras en todas sus divisiones por espacio de 7 días, en los cuales debería cumplir con todos los partidos programados, pero no podría sumar puntos. Sin embargo, sus rivales deberían ganar los puntos en la cancha para obtenerlos. El 3 de agosto de ese año, por una nueva fecha del torneo oficial de la LPF, Calaveras visitó a Boca, y como el partido, jugado dentro del plazo de suspensión, finalizó sin abrir el marcador, Boca solo rescató un punto y Calaveras, penalizado, ninguno. INCLUSIÓN INDEBIDA La pérdida de puntos por inclusión indebida de un futbolista ha sido un tema recurrente en la historia, no solo de la LFP, sino en general. Pero vayamos a lo nuestro. Revisando la historia encontramos que, el primero en protestar puntos fue Calaveras que, tras el encuentro de cuarta división disputado en 1945 frente a Boca Junior, interpuso un reclamo sobre los puntos jugados, por la mala inclusión del jugador boquense, Eduardo Bonora. Tras la tramitación de rigor, el Concejo de Neutrales, otorgó los dos puntos a Calaveras, dado que ese era el número de puntos en juego en cada partido. EL CASO SERRANO Un caso que muchos recordarán, y que merecería una página a parte, fue el que involucró al arquero Daniel Osvaldo Serrano cuando jugó en la LPF para Atlético de Mones Cazón. Fue durante el torneo oficial de 1978. Atlético había iniciado el campeonato con Mora defendiendo su valla. Pero al llegar a la cuarta fecha del torneo, debía enfrentar a su clásico rival, Independiente, y apeló a los servicios del referido arquero profesional. ¿QUIEN ERA SERRANO? Serrano había jugado en la primera división de Gimnasia y Esgrima La Plata en 1971, pero se había hecho conocido defendiendo la valla de Atlético Tucumán, en especial en el Nacional de AFA de 1975 cuando los tucumanos superaron la fase de grupos ganando la Zona B, delante de San Lorenzo de Almagro (ambos pasaron al reducido final), Argentinos Juniors y Boca, entre otros. Una campaña que incluyó 10 victorias, 3 empates y 3 derrotas. Serrano, Milicay, Guerrero, Solórzano y Moreno; Castro, Espeche y Julio Ricardo Villa; Dominé, Agüero y “Vitrola” Ghiso, era la base, aunque también atajó Francisco Ruiz y alternó Víctor Hugo Palomba como un volante más de creación. El octogonal final fue demasiado duro para ese equipo decano con muy pocos profesionales, y concluyeron compartiendo el quinto puesto final. Además, Serrano y Ruiz fueron arqueros del seleccionado tucumano que terminó ganando el campeonato argentino de selecciones en 1976, venciendo en la Final a Tandil, equipo éste que había dejado a Pehuajó a las puertas del cuadrangular final, eliminándolo en un polémico partido. Serrano era una figura conocida y su presencia en la LPF generó el lógico entusiasmo. EN LA LPF Serrano debutó en Atlético Mones Cazón jugando el clásico ante Independiente como local y fue con victoria por 1 a 0, pero con una notable labor del uno del equipo vencedor que aseguró el cero en su arco con impresionantes intervenciones que demostraron su categoría profesional como pocas veces se había visto, por lo que los reclamos no tardaron en llegar, poniendo en duda la legitimidad de la trasferencia del arquero. Se vivían momentos de cierta desconfianza general, porque Independiente había perdido los puntos de su victoria sobre Defensores del Este, al determinarse que su jugador Roberto Rizzo, había sido mal incluido. Además, el jugador Everardo Ervitte, de Fútbol Club, sería suspendido por un año por comprobarse que tenía una doble afiliación. Tiempos difíciles y mucho trabajo para la LPF. LA SANCIÓN El torneo se interrumpió por el Mundial ’78, y se denunciaron irregularidades sobre el telegrama con el que, supuestamente, se autorizaba el pase de Serrano desde la Federación Tucumana a la LPF. Todo empezó a complicarse. La casa mayor de nuestro fútbol tomó una resolución y, el 4 de julio decidió quitarle los puntos a Atlético Mones Cazón de su victoria sobre Independiente. Atlético no estuvo de acuerdo con la resolución y presentó un recurso contra la misma. En consecuencia, la LPF llamó a una asamblea extraordinaria y los presidentes de las instituciones representadas en el torneo, votaron en favor de lo resuelto por la Liga. Este revés llevó a la dirigencia de Atlético a apelar la sanción ante la AFA. REINCIDIENDO El torneo local se reanudó el 9 de julio y Serrano volvió a ser incluido en lo que fue victoria de Atlético sobre Defensores del Este. Pero sería su última participación en esta Liga. Los dirigentes de la LPF tomaron contacto con AFA donde llevaron todo el trámite y desde allí se informó que Serrano, debido al conflicto, no podía ser incluido en partidos oficiales. Esta disposición fue inmediatamente comunicada a Atlético Mones Cazón, cuya apelación ante el Consejo Federal de AFA, todavía estaba en curso. CONSEJO FEDERAL Recién el 25 de octubre, cinco meses después de iniciado el conflicto y cuando en Pehuajó se estaba disputando el Hexagonal final, con Maderense, Calaveras, Progreso, Fútbol Club Henderson, Estudiantes Unidos y Defensores del Este, el Consejo Federal resolvió no hacer lugar al pedido de apelación interpuesto por Atlético de Mones Cazón y avalar lo actuado por la LPF en el referido “Caso Serrano” y sus derivaciones. AL NACIONAL Serrano dejó nuestra Liga y, al año siguiente jugó en la máxima categoría del fútbol argentino, disputando el campeonato Nacional para Cipolletti de Río Negro, en lo que fue su última aparición oficial en el fútbol mayúsculo del país. CASO VECINO En cuanto a quita directa de puntos, es decir: sin que vayan a ningún otro equipo, sino que solo sean restados al infractor, no recuerdo antecedentes en esta Liga, pero sí hay uno muy cercano que incluyó también a Atlético de Mones Cazón, aunque no como perjudicado. Ocurrió en 1966 en la Liga de Henderson, donde actuaban los dos equipos de Mones Cazón y Atlético Magdala, geográficamente ubicados en nuestro distrito. Villa Obrera de Daireaux era el virtual campeón porque marchaba primero con 7 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor: Atlético Mones Cazón. Sin embargo, antes que concluyera el torneo, la Liga sancionó a Villa Obrera por irregularidades en el pase de varios de sus jugadores procedentes de Capital Federal, y le aplicó la quita de 7 puntos. Los que llevaba de ventaja. Así, todo debió definirse en una final de dos partidos entre ambos (aunque fueron tres), debiendo Villa Obrera hacer de local en Henderson y no en Daireaux. La historia es extraordinaria y me motivó a escribir una pequeña obra literaria titulada: “Un milagro color hazaña” que también tuvo su audiovisual en 2013. Naturalmente, del título se deduce que, finalmente, Villa Obrera fue el campeón tras un inolvidable tercer partido para el infarto. A NIVEL NACIONAL La quita de puntos siempre genera polémica, sea por penalizar una ventaja deportiva indebida o actos de violencia. No obstante, en el fútbol mayor del país hemos sido testigos de partidos dados por perdidos, más penalización con quita de puntos para el infractor, en especial cuando ha habido violencia contra los protagonistas. Tal como el Racing – Boca del torneo 1988/89 donde por agresión a futbolistas xeneizes, se le dio ganado el partido a Boca y se le quitaron otros dos puntos a Racing. Lo mismo cuando le quitaron 2 puntos a Instituto de Córdoba por aquella bomba en el vestuario visitante que, por muy poco, no le costó la vida al zaguero de San Lorenzo, Claudio Zacarías. Y así podríamos seguir, incluso llegando a la triste noche del “gas pimienta” en el superclásico. Sin embargo, no ocurrió lo mismo cuando el agredido fue un hincha. Tal el caso del Boca – Racing de 1983, cuando resultó muerto, por una bengala lanzada desde la tribuna local, el hincha de la Academia, Roberto Basile. Ello fue previo al partido y, a pesar de la tragedia, el encuentro se jugó igual y terminó 2 a 2. Tristes páginas del fútbol. Roberto F. Rodríguez.
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