En la noche del lunes la noticia se viralizó con la rapidez de un rayo para darle paso a la incertidumbre y al misterio: numerosos vecinos y vecinas de Curarú, Francisco Madero y otros poblados de la zona dieron cuenta de que temblaron puertas y ventanas de sus hogares luego de oír un fuerte estruendo que parecía -según los testimonios- provenir del cielo. Se baraja la hipótesis de un meteorito, aunque no hubo explicación oficial que lo certifique. LOS HECHOS Con un grado de asombro, algo de susto y una palpable conmoción, cuantiosos pobladores del Partido de Pehuajó y Carlos Tejedor acudieron a las redes sociales para contar su experiencia acerca de un raro temblor que sacudió sus viviendas. “Se escucharon dos estruendos y temblaron los vidrios y las ventanas”, relató Tomás Bucetta desde su hogar en Madero, donde fueron muchas las personas que pese al frío salieron estupefactas a las veredas queriendo saber qué ocurría. Marcelo Autelli, Jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, manifestó que en su casa sintió un “como un estruendo e inmediatamente una especie de onda expansiva que hizo vibrar todo, vibraron puertas y ventanas”. En el mismo sentido y casi con idénticas palabras también se expresó el Delegado de Curarú, Pablo Pastorino, quien presenció en aquella localidad algo muy similar alrededor de las 22:00. ESTEBAN DE LUCA Fueron cientos los comentarios que se volcaron a las páginas de Facebook, algunos corroborados luego por NOTICIAS, y desde los cuales surge una notable coincidencia: en los pueblos vibraron vidrios, puertas y ventanas. Otro hecho particular se dio en la pequeña comunidad de Esteban de Luca, hasta donde bomberos y policías acudieron para recorrer y rastrillar el área y de esa manera verificar “alguna posible caída” ya que varios testigos afirmaban haber visto una “luz verde” de gran magnitud precipitarse desde el cielo previo a las explosiones. A partir de allí se tejieron muchas conjeturas, prevaleciendo la idea de que el posible sospechoso y causante del curioso evento podría ser un meteorito y que, según denuncias en las redes y dependencias policiales, éste a su vez había ocasionado un incendio. Esto movilizó a que el Comisario Julio Silva, de la dependencia de Tejedor, enviara efectivos al lugar para “descartar un accidente de avión, un incendio o cualquier otra cosa que hubiera caído y podía ocasionar daños”. Silva confirmó luego que más allá de la búsqueda “no se pudo verificar el lugar donde se habría producido el hecho”. Con el correr de las horas aparecieron noticias equivalentes en otras localidades de los distritos de Pehuajó, como Juan José Paso y Mones Cazón, y de Tejedor, como Timote y Seré, a las que se sumaron poblados en cercanías de América, Trenque Lauquen, General Villegas y Chivilcoy. CUERPO CELESTE Diego Bagú, Secretario de Extensión del Observatorio Nacional de La Plata, consultado por este tipo de hechos dijo que “si un cuerpo, una roca que viene del espacio exterior, se desintegra por completo y explota, la explosión puede crear una onda expansiva que a su vez genere ruido y vibraciones”. Además, el catedrático rememoró un caso que se produjo en febrero de 2013 en Cheliabisnk, Rusia, donde un cuerpo celeste -hay múltiples videos de Youtube- visto por miles de personas a plena luz del día cursó los cielos para explotar a 70 kilómetros de la mencionada ciudad, generando una onda expansiva que causó vibraciones, roturas, temblores y hasta hubo que atender heridos. “Pensemos que se trata de un cuerpo que entra a miles de kilómetros de velocidad. Cuando un asteroide ingresa a la atmósfera explota por la alta presión y temperatura a la que se somete y puede generar este tipo de situaciones”, agregó Bagú, que al mismo tiempo dijo que en ese caso “podría haber rastros, pero es difícil. El meteorito es un residuo de una roca”. SONIDOS RAROS Por su parte, Marcelo Metayer, periodista de La Plata y quien investiga estos tipos de hechos (se puede ver su trabajo titulado “Las trompetas del cielo” en la web www.metayer.com.ar), esgrime que “desde que empezó la pandemia en marzo, en esta región de Sudamérica simultáneamente comenzaron a escucharse en algunos lugares -sobre todo en el interior de la provincia de Buenos Aires- casos de gente que a la madrugada escucha sonidos raros que no puede definir y parecen venir del cielo”. Metayer revela que estos sonidos fueron denominados por la prensa “cielomotos”, por “una supuesta explicación que dio la NASA hace años y que habla de terremotos provocados por choques de masas de aire caliente y frío, aunque después quedó trunca dicha información ya nunca fue confirmada por el organismo espacial. Esos fenómenos no se circunscriben sólo a América del Sur, sino que fueron registrados también en Europa y Estados Unidos, y en ningún lado se encontró explicación. Los reportes se empezaron a multiplicar con la pandemia. Inclusive tiempo antes surgieron sonidos extraños que se agrupan con la denominación -en inglés- HUM, que significa el zumbido, que es un sonido de muy baja frecuencia que también se registró en distintos lugares, incluso desde el fondo marino. La gente generalmente dice que viene del cielo, pero podría venir desde cualquier parte”. Siguiendo en su análisis, Metayer, de larga trayectoria en los medios de comunicación, dijo que “lo que pasó puede haber sido un meteorito, pero como no se ha encontrado nada, también puede estar vinculado a estos sonidos en el cielo que se vienen escuchando desde que comenzó la pandemia”. Asimismo, el periodista platense recordó un hecho sucedido en el barrio de Los Hornos, cuando en marzo “una tarde muchas personas escucharon una explosión tremenda que pensaron se trataba de una explosión de gas. Temblaron paredes, puertas y ventanas, y nadie entendía nada. Y antes escucharon un ruido fortísimo y había vibrado todo. Eso se registró en muchos sitios y sin origen definido, y es muy similar a lo que sucedió en la región de Pehuajó y Tejedor, y que inclusive parece haber llegado hasta pueblos de Chivilcoy y otros distritos. Podría estar relacionado a estos ‘cielomotos’ que se han oído desde el inicio de la pandemia. Lo que me llama la atención es la escasa duración de esta explosión, que fue uno o dos segundos. Por los testimonios el suceso fue muy breve. Esa breve duración del cimbronazo si podría estar vinculada a la entrada a la atmósfera de un cuerpo celeste errante, es decir, un meteorito, y que se haya desintegrado en el aire. Es una hipótesis y que apoya un poco esto de la caía de un meteorito. Nadie está mirando el cielo todo el tiempo, la mayoría estaba adentro de su casa, por el frío y la cuarentena, por eso hay pocos testimonios de lo visto en el cielo”. Para concluir, Metayer enumeró acontecimientos parecidos a los del lunes en otras ciudades: “Hubo muchos casos, como sucedió en Olavarría, Laprida, General La Madrid, localidades del Conurbano, Córdoba, San Juan y Chubut. Y también es cierto que parece difícil tantos meteoritos cayendo en tantos lugares, no tiene mucha lógica”. SIN NOVEDADES En lo que refiere al Partido de Pehuajó, desde la Cooperativa Eléctrica local aseguraron a este medio que no hubo fallas o cortes de energía, con lo cual se descartan problemas relacionados con la electricidad. También se desechó la idea de que se trate de alguna tormenta ya que no había pronósticos por la zona ni hubo información al respecto desde el Servicio Meteorológico Nacional. Por el momento tampoco ningún productor agropecuario manifestó algo inusual en su campo, y por ende ni rastros ni cráter del supuesto meteorito. Y a falta de pruebas concretas y explicaciones oficiales, el misterio continúa su camino.