En 1986 la historia de la localidad cambió para siempre: los caminos se cortaron por la gran cantidad de agua, y la ciudad estuvo verdaderamente en peligro. Campos y escuelas, quedaron aisladas. Marta y Mirta, dos maestras rurales, se negaron a abandonar a sus alumnos y pudieron conectarse mediante la radio. A días de cumplirse los 100 años de vida de la radio en Argentina, ambas brindaron una histórica entrevista a la Radio Pública Pehuajó (FM 88.5) en la que resaltaron: “sabíamos que el amor que los chicos nos tenían, lo teníamos que compensar”. Desde mañana lunes 24 al viernes 28 de agosto se emitirá a partir de las 12:00 -por FM 88.5- la entrevista brindada por Marta Erostegui y Mirta Silvia Belmez. Durante cinco días consecutivos se podrán escuchar sus recuerdos y anécdotas, de las cuales muchas están íntegramente relacionadas a las circunstancias que estamos viviendo por estos días. La pandemia mundial desatada por el coronavirus obligó el cierre de las escuelas en toda la Argentina, como medida para frenar la circulación del virus. Como lo hemos informado, con el objetivo de no perder la comunicación en la comunidad educativa, desde la Radio Pública de Pehuajó y por decisión del intendente Pablo Zurro, se dictan clases para los niños que hoy no pueden dar el presente en el aula. Esta iniciativa cuenta con al menos un antecedente con muchos puntos en común: la historia de dos maestras que dieron clases por radio durante las inundaciones en Pehuajó. “En esa época la radio LT 22 era la que llegaba a toda la zona rural, se escuchaba en todo el distrito. Era la única radio que había. Se prendía la lucecita roja y ahí entrábamos nosotras. Por la radio lo que hacíamos era darle todos los títulos y cómo desarrollar los temas. Hasta las consignas, todo tal cual como lo hacíamos en el aula. Por ahí con un poquito más de ayuda porque ayudaban los papás. Lo hacíamos bastante seguido, el contacto estaba”, dice más de 34 años después Marta Erostegui, una de las docentes. “Íbamos siguiendo la currícula. Era más de una escuela que se conectaban desde la radio. Era lo mismo que está pasando ahora, pero con otro escenario. Estábamos nosotras y un operador. Nos manejamos con la lucecita roja”, cuenta Mirta Silvia Belmez, que tras esa experiencia se hizo inseparable de Marta. Hoy tienen una amistad de más de tres décadas. En diálogo con la Radio Pública de Pehuajó las docentes recordaron sus tiempos donde dictaban clases en la localidad de Girondo, y cómo la irrupción de las inundaciones cortó todos los accesos a las escuelas rurales. En algunas de ellas se continuó dictando clases en una estancia vecina, como fue el caso de la Escuela N° 33, “El Ranchito”, pero en otras fue imposible continuar yendo. “Las clases se estaban desarrollando de forma normal, poníamos el auto una vez cada una, nunca viajamos a dedo. Hasta que apareció la inundación y se empezó a colmar la ruta de agua y todos los campos. Al principio se podía pasar, por el costado, íbamos viendo. Éramos prudentes con la velocidad, pero también corríamos riesgos, nunca lo conté pero mi familia se está enterando ahora. Hemos corrido riesgo”. LA NOCHE DE LAS PALAS En el casco urbano de Pehuajó las clases continuaron normalmente y ambas recordaron un hecho emblemático para nuestra comunidad: La Noche de Las Palas. “La Noche de las Palas vinimos todos los docentes a la Municipalidad a trabajar toda la noche. Nos turnábamos, pero pasamos toda una noche organizando el trabajo. La ciudad estaba en peligro, porque La Salada se había venido hasta el terraplén. Era todo agua”. “En ese momento toda la gente se volcó a ayudar. Mi papá tenía campo y todos los chacareros que estaban cerca se trasladaban nadando. Durante las inundaciones, en la ciudad iban normalmente a la escuela, el tema era en las escuelas rurales”, detallaron. LA VUELTA “Cuando regresamos nos encontramos que las tareas estaban hechas. En muchos casos, cuando eran hermanitos, se ayudaban. Fue muy positiva la experiencia. Fue como lanzarnos a la pileta. Era todo distinto a como es ahora, que hay tantas herramientas tecnológicas”, contaron emocionadas. “Fueron 4 meses. Y después fue toda una peripecia volver porque el agua seguía rodeando la escuela. A la radio íbamos tres veces por semana”, recordaron quienes quizás fueron las primeras docentes en dar clases a través de la radio, al menos en el distrito de Pehuajó. ENSEÑANZA RURAL Y FAMILIAR “A la escuela de Girondo volvimos a un aniversario. Ahí se hacían las comuniones también. Los papás donaban carne de cerdo. La nostalgia está. Estuvimos dos años. No teníamos el nombramiento definitivo. La enseñanza rural es más individualizada. Era re lindo. Una relación más familiar”, detallaron. Por último, Marta y Mirta agradecieron la nota y aseguraron “nos han hecho emocionar. Después de eso hemos pasado muchas cosas juntas, buenas y malas. Eso nos unió”.